Hedor a Sostres

Llevo tiempo debatiéndome entre dos posiciones encontradas. Una es la de ser una voz más que denuncie al infumable, se mire por donde se mire, S.S., o lo que es lo mismo, Salvador Sostres. La otra es la de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Pero en el caso de tipejos como este me hierve tanto la sangre que, inevitablemente, he terminado decantándome por la primera opción.

Lo primero será informarse sobre su vida, carrera y hechos destacables, lo que es ciertamente complicado, ya que, quitando la fecha de nacimiento, que me dice que es un año más joven que yo, lo siguiente que se lee en la Wikipedia es que “… es un gordo fascista …”. Y hasta aquí puedo leer.

Parece claro que es de Barcelona, quizá de familia “bien”, burguersía catalana y esas cosas. Quién sabe, todo es posible. Lo que sucede es que todo en él es un “quiero y no puedo” desolador y ofensivo a la vez.

Este adalid de la intelectualidad, aspirante a Antonio Burgos catalán, que se sepa no tiene estudio universitario alguno, salvo un curso de periodismo. Su carrera en los medios de comunicación comenzó para el público en general en “Crónicas Marcianas” de Xavier Sardá, donde a duras penas lograba hacerse un hueco entre Nuria Bermúdez y el Padre Apeles. Sería lógico pensar que fue allí donde se le cronificó, valga el juego de palabras, esa mala baba exenta de cualquier rastro de inteligencia que tan bien le identifica a día de hoy.

A partir de ahí ignoro su trayectoria, si la ha habido, hasta aterrizar como columnista en El Mundo de Pedro J. Parece ser que a nadie le importa, porque no aparece reflejada en ningún sitio. Intereconomía, 13TV y Telemadrid, por supuesto, son otros de los vertederos donde ha ido dejando esa materia fecal que tiene por costumbre supurar.

Pero este no deja de ser un artículo sobre él, así que vamos a analizar sus principales líneas de “pensamiento”:

• Los ricos son guapos, inteligentes, bien educados, chic, huelen bien y toman todas las decisiones correctas mientras que los pobres son chusma maloliente, mal vestida, ignorante, cafre y estúpida que no importan a nadie y es mejor que se mueran si empiezan a ser demasiados.

En este sentido tiene artículos “memorables”, como aquél donde decía que desastres como el terremoto de Haití son la menstruación del planeta librándose de lo que le sobra, o donde dice que lo principal en un país son sus ricos pero la turba es intercambiable, o esos artículos onanistas en los que se dedica a describir los brunch de los hoteles de lujo como si estuviera a punto de tener un orgasmo mientras toma el té.

Nota para los ricos que sí van a esos brunch: yo no probaría  la crema del buffet si Sostres anda cerca.

• Las mujeres damos asco, así en general, ricas y pobres, salvo que seamos menores de edad vírgenes, bellas y turgentes. Y estas sólo dejan de darle asco como objetos. Justifica el maltrato y los asesinatos machistas como reacciones pasionales comprensibles, asegura que ninguna deberíamos poder entrar en restaurantes de más de 100 € el cubierto, muestra abiertamente su predilección por las menores de edad, y asocia todo comportamiento ridículo a actitudes femeninas.

• El ejercicio físico es propio de paletos e imbéciles funcionales que no son capaces de hilar dos palabras seguidas. Bueno, aquí sí que obviamente predica con el ejemplo. Al menos en la parte de rechazar el ejercicio físico. Porque en la de sublimar el intelectual, en fin …

• Dentro del pensamiento, la rama de las letras es la noble y la de las ciencias es un subproducto propio de las mentes inferiores. Aquí me voy a arriesgar a decir que esta gilipollez probablemente venga de una absoluta incapacidad para las matemáticas, es probable que jamás haya sido capaz de hacer nada con la tabla de multiplicar. De ahí que diga que las matemáticas son una subcultura de la que en su casa siempre se han encargado empleados. Bueno, como si con las letras hiciera algo diferente a lo que podría hacer un mono …

• La derecha y la izquierda se dividen y califican igual que ricos y pobres. Los de derechas gozan de todas las virtudes y la izquierda es sucia, imbécil, violenta, bla, bla, bla …. Ah, y los rojos queremos violarles y matarles porque no podemos ser como ellos. ¡Más quisieras lo primero, alma de cántaro!

Creo que con esto está todo. Así que coges esta cinco “ideas” principales, las mezclas, las agitas, les añades cuatro detallitos, y ya tienes la opinión de Sostres para cualquier cosa que se te ocurra.

Pero no sería justa si no le reconociera al personaje el descubrimiento de una nueva salida laboral.

Porque hasta ahora, si tu educación, tu inteligencia y tu cultura rozaban el cero Kelvin y eras desenvuelto ante las cámaras, tenías como opción Gran Hermano, Supervivientes, MYHYV, QQCCMH, y todos esos programas. Pero hasta para ellos hay requisitos que Sostres el pobre no podía cumplir: no defender la violencia de género ni promover la pederastia delante de menores, y amor por el ejercicio físico.

Resumiendo: si eres un ser sin oficio ni beneficio, sin conocimientos de nada, sin gracia, con fobia al deporte y tienes los pensamientos aberrantes arriba expuestos, tus únicas salidas laborales son los medios de comunicación de la Iglesia, de Jiménez Losantos, del PP, de Pedro J. o de Bieito Rubido.

Sí, los medios de la CaspaEspaña. El mismo hedor.