Al rico Congreso pepero

5 CONGRESO POPULARES NAVARRA

El congreso del Partido Popular celebrado este fin de semana, más que una reunión para aclarar posiciones y delimitar estrategias, ha sido una sociedad de bombos mutuos, celebrada para encumbrar todavía mucho más a Mariano Rajoy.

Según todos los indicios y publicaciones que se han podido leer, el congreso de PP ha sido una reunión de colegas en la que, quitando algún que otro pequeño altercado a la hora de contar las papeletas que levantaban los asistentes, método sofisticado y fiable al 100 %, solo ha servido para poner a Marianín en el lugar del cielo que le debía corresponder. A la derecha de dios. El actual presidente del gobierno y presidente del partido, si tenía alguna duda sobre su función en este valle de lágrimas, después de este fin de semana, se le han despejado para siempre. Solo les ha faltado decir que el señor Rajoy está aquí por obra y gracia del espíritu santo. Muchos de sus devotos seguidores lo habrán pensado pero al menos en la Televisión Pública y en Antena 3 no lo han dicho.

Ahora, que el congreso haya servido para hacer una labor intensa de limpieza de partido, pues no parece, ya que, si se hubiese pasado el cepillo de barrer indeseables, aunque hubiera sido superficialmente, se habían quedado tres. Tampoco creo que hayan hecho un examen de conciencia para tratar el centro del universo pepero. ¿Cómo vamos a atajar el tema de la corrupción masiva que nos envuelve? Todos hemos oído, escuchado y nos hemos sorprendido, ante la dureza que la cúpula del partido ha impuesto sobre los muchísimos casos de corrupción que se integran entre sus filas. El último ejemplo sin ir más lejos, ha sido la medalla post mortem entregada a Rita Barberá por su labor de alcaldesa choriza. ¿Qué mejor forma de tratar a una corrupta que entregarle una medalla? Pues ninguna. Esa es su estrategia, alabar la labor del corrupto para que nadie dude de que es eso y no otra cosa, lo que se espera de un cargo público gaviotil.

Comprobamos estupefactos que un partido acusado directamente de financiación ilegal, que está envuelto en varios procesos judiciales por mafioso, celebra un congreso y obvia el problema que tienen incrustado en su ADN,  porque para ellos tal problema no existe y si existiese, es una minucia que se arregla con dos mensajes de apoyo y una conjura mejor o peor montada entre un ministro de justicia o de interior y algún juez. La gente, que somos unos exagerados y vemos corrupción donde solo hay una pulcra gestión para hacerse uno rico. Que no haya provincia, diputación, alcaldía, comunidad autónoma que se libre de algún sinvergüenza y que a sus financiadores privados los estén condenando a más de diez años de prisión por enchufar dinero en el partido a cambio de contratos públicos, no es motivo para quitarle el sueño a nadie dentro de sus filas. Ellos se congratulan enormemente de ser La Cosa Nostra española, que además de mafiosa gobierna con puño de hierro y navaja albaceteña.

Pero el congreso no ha servido nada más que para que la falsa de Mariloli, con su blusita de lazo, siga siendo vicepresidenta además de un sinfín de cargos más. Para que Fernando Martinez Maillo, roce el cielo con los dedos a pesar de estar envuelto en los turbios problemas de Caja España y que dos representantes de la provincia de Cuenca dimitan porque eso de levantar papeletas y que se cuenten a cierra ojos, les parece algo pasado de moda.

Mariano y sus compinches han elevado el tono de su discurso para repartir adjetivos calificativos entre los demás partidos. Al PSOE le recuerdan que deben estar a la altura y apoyarles por lo que pueda pasar. A UP que con sus políticas populistas no se va a ningún sitio y al cuñao creo que esta vez no le tenían nada que decir. Pa´que, si le tienen comiendo de su mano.

Pero como decíamos, el PP sigue sin demostrar que le importe mucho que cuando Génova 13 esté ocupada, siempre podrán juntarse en Soto del Real o en cualquier otra cárcel, para celebrar congresos, charlas o reuniones. Que sus dirigentes y no dirigentes vayan engordando día a día la lista de prevaricadores, malversadores o golfos apandadores, en las salas de la Audiencia Nacional o del Tribunal Superior de Justicia de cada Comunidad Autónoma. Ellos, que si les cortan sale luz de puro perfectos, no van a gastar su valioso tiempo de gente de derechas, en analizar de qué manera tan sutil han ido recogiendo, cual Ong que se precie, a todo tipo de chorizos sueltos por la geografía nacional. Su política está clara, gobiernan para ellos, por ellos y solamente en su propio beneficio.

¿Es importante pasar un par de años en prisión, si cuando se sale, nos esperan varios millones de euros en una cuenta en Suiza? Pues no, porque las prisiones hoy no son como en siglos anteriores. Hoy hay calefacción, televisión, juegos de mesa. Uno o dos años pasan pronto.

Habrán, eso sí echado de menos a Rodrigo Rato que, vaya usted a saber por qué, ahora resulta que ha estafado casi seis millones de euros. Bueno, es que por todo nos enfadamos, que tampoco es para tanto. Si no fue, seria porque tenía otros asuntos, quién sabe si ilícitos, que atender. Pero vamos, que él encantado de la vida, arropadito por sus compis de partido, que se baten el cobre con cualquiera para defender al mejor ministro de economía que ha habido en este país. Economía sí, pero la suya.

Decir que lo que ocurre en el Partido Popular no podría pasar en ningún otro país decente del mundo, es reiterativo. Ni Alemania, ni Francia ni el Reino Unido podrían soportar un nivel de corrupción ni tan siquiera de un 1% de lo que soportamos aquí. Es así, pero nosotros no somos ni alemanes, ni franceses ni británicos. Somos españoles. Y con dos cojones, nos pasamos la infamia de este partido por el arco del triunfo y seguimos pendientes de lo que pase en Vistalegre, no vaya a ser que el coletas o sus congéneres hagan de las suyas.

España es un país de analfabetos políticos. Y no porque no se pueda tener una clara idea de la política, hay medios e informaciones por doquier. Es que simplemente no nos da la gana aprender, de informarnos o de poner un poco de atención. Lo que le preocupa al español medio es  tener dinero suficiente para vivir, si puede ser bien mejor, y lo demás nos resbala. No nos interesa que los pensionistas no coman, que los mayores de 45 años estén condenados al ostracismo laboral, que les quiten las becas a los universitarios por un euro con cuarenta. Que la sociedad se vaya hundiendo en un fango de puertas giratorias donde los políticos eligen hasta el color del tapizado o que la luz suba o baje dependiendo del nivel de pluviosidad. Por eso no nos indignamos lo suficiente como para hacer desaparecer a la mafia de la gaviota. No permitimos que nadie nos diga lo que tenemos que hacer salvo que sean los salvapatrias de los peperos, que para eso están donde están. Pensarán por nosotros que para eso les hemos votado.

Gracias a ellos, odiamos a Catalunya, despreciamos a los emigrantes, echamos a los refugiados, maltratamos a nuestras mujeres, dejamos que los niños se mueran de hambre, les quitamos las casas a los vecinos y engordamos las nóminas de los directivos de las empresas energéticas, pagando religiosamente la luz mes sí mes no. Por eso y por otras muchas cosas más, la corrupción superlativa del Partido Popular está empezando a no afectarnos. No nos desvive la idea de que cada persona que fue al congreso este fin de semana, está esperando ocupar un cargo público, aunque sea mínimo e insignificante, pero que le permita trapichear y mangonear hasta dejar seco el trozo de arca pública que le corresponda. Porque España es así, un país donde se encumbra a quien te roba y se insulta y vilipendia al que lucha por los derechos de todos.

Pues nada Mariano, estás donde debes y harás lo que te venga en gana, apoyado en los millones de personas que envidian tu posición para hacer lo mismo que haces tú. Favorecer a los que un día te convertirán en un hombre tan rico como Aznar o como el orondo Felipe González. Y el que venga detrás, que arree.

Sobre belentejuelas 74 artículos
Me gusta ser diferente. Feminista, atea, de izquierdas. Baloncesto. Autora de El Espejo.

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