A nivel personal todos hemos tenido la suerte o el privilegio de estar alguna vez delante de un “cuñao”. Si, hombre, esa persona que se hable de lo que se hable, tiene conocimientos superiores a los que participan en la conversación. También está la variante de tener amigos a los que les ha pasado siempre algo mucho mayor o con más importancia que lo que se cuenta, ya sea para bien o para mal. Conducen mejor, tardan menos en llegar a los sitios, sus enfermedades son peores y así, un sinfín de situaciones. Ellos siempre son “lo más”.
Creíamos que lo habíamos visto y oído todo cuando Javier Cárdenas, el cuñao por excelencia, empezó a despuntar en la radio y últimamente en la televisión. Eso si que es un auténtico cuñao, habla sin saber, especula con la ciencia y da lecciones como nadie y se rodea de gente tan cuñada como él. Sin embargo, el sumun del cuñadismo llegó a nuestra esfera pública cuando Ciudadanos se decidió a dar el gran salto político y salir de su Catalunya natal y convertirse en un partido nacional. Castellanizó su nombre, explotó su vena patriótica y comenzó su singladura con el espíritu de “somos de derechas, pero vamos a hacer que no se nos note”.
Albert Rivera como cabeza visible, con su juventud y su talante, se rodeó de mentes pensantes a los que tomar como ejemplo como Arcadi Espada, el hombre que pedía castigar a las mujeres que tuvieran “hijos tontos, enfermos y peores”, que lo mejor sería obligarlas a abortar cuando supieran que sus retoños no alcanzarían los niveles de perfección que este señor impone. Entre las filas del partido encontramos también a personajes como Juan Carlos Girauta, el hombre que militó tanto en el PSOE como en el PP. Ante todo, integridad de ideas.
Desde su andadura, C´s se ha caracterizado no solo por ser el hermano pequeño del PP al que idolatran y perdonan todo lo que hagan y digan, aunque se quejen por los rincones para parecer altamente democráticos, sino porque han defendido desde los escaños que los incautos les permitieron rellenar en el Congreso, los intereses de los miembros del IBEX 35. Ciudadanos es y será el partido de la burguesía. Esos que tienen niveles económicos bastante aceptables pero que se mueven en el mundo de la gente progre. Vamos, lo que comúnmente llamamos “pijoprogres”. Niños de papá que trabajan ciertos ambientes para que no se note realmente quiénes son.
Su estrategia de poder, durante unos instantes pasó por colarle al PSOE el 80% por ciento de su programa electoral, para apoyar la candidatura de Pedro Sánchez. Menos mal que el trato se paró frente al muro de Unidos Podemos. Después apoyaron a Susana Díaz en su gobierno andaluz, porque todos sabemos que la Sultana es “la más roja entre las rojas” y así se han ido introduciendo en el maravilloso mundo de la política activa.
Fieles defensores de la unidad nacional, se ven las caras día sí y día también con los grupos parlamentarios catalanes, que al menos luchan por la celebración del referéndum que pregunte a los ciudadanos de Catalunya si desean seguir perteneciendo a esta España nuestra. Y enmarcando toda esta actividad parlamentaria y política sin parangón, están sus brillantes ideas. Ciudadanos nos ha deleitado con exabruptos como intentar cambiar el nombre de la violencia machista por “violencia intrafamiliar” y considerar que las penas debían ser las mismas independientemente del sexo del agresor. Como todos sabemos, la violencia machista se denomina así por un vicio que tenemos, no porque las mujeres, que son asesinadas bajo este espectro, lo sean simplemente por ser mujeres. Con su propuesta restaban importancia al hecho de que las mujeres somos las que mayoritariamente sufrimos la violencia de género. También proclamaban que el aborto es una forma de violencia o equiparaban machismo y feminismo. Estos altos ideales, fueron junto con la intención de modificar la ley de violencia de género, algunas de las causas que les hicieron perder popularidad y decidieron recular y cambiar el discurso.
Bien es sabido que muchos de ellos han demostrado en más de una ocasión que son bastante machistas incluyendo a las candidatas. Toní Cantó, que se tiró del barco del partido de Rosa Díez antes de que se hundiera del todo, y que fue recogido por C´s, tuvo sus más y sus menos en Twitter al hacerse eco de las demandas de grupúsculos machirulos, que defendían que las mujeres somos malas por naturaleza y nuestra más alta aspiración es joder la vida de los hombres.
Apoyan al PP en todos los aspectos. En los PGE, en la “lucha contra la corrupción”; esa que prometieron acometer y que debe ser que todavía no han tenido tiempo de empezar; en el reparto de Comisiones Parlamentarias…..vamos que es un no parar. Los idolatran. Albert Rivera daría diez años de su vida por alcanzar la cota de chulería que tiene Rafael Hernando. O el pelazo de Maillo o la caradura de Mariloli. El PP es el espejo en el que se miran cada mañana antes de salir de casa.
Y ahora, en los últimos días, se han sacado de la chistera la última de sus genialidades. Quieren, como buenos demócratas, que piensan en todos y cada uno de nosotros, regular la Gestación Subrogada. ¿Eh? ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Según los anarajados señores, utilizar los cuerpos femeninos como fábricas de bebés, tiene obligatoriamente que estar regulado, porque ellos son los que defienden que tener hijos es un derecho incluso por encima del derecho de las mujeres a embarazarse solo cuando a ellas les da por ahí. ¿Pero quiénes nos hemos creído que somos? ¿Mujeres que piensan, que sienten o que deciden? De eso nada, somos HEMBRAS y como tales, estamos a disposición de todos aquellos que, teniendo el dinero estipulado por la ley, deseen tener un hijo biológico, aunque su naturaleza se lo impida.
Su ley, no solo decide que las mujeres debemos tener el “altruismo” necesario para parir los hijos de otros, sino que ese altruismo se consigue a partir de los 25 años y con una situación económica estable. Los padres receptores, españoles, eso sí. Me pregunto yo ahora mismo si a los catalanes los consideran españoles para esto, mira no había caído hasta ahora.
No contentos con creerse con derecho a regular la vida biológica de las mujeres, se toman la libertad de escribir en Twitter perlitas como ésta:
Es posible, solo posible, que el gran Girauta, no se haya dado cuenta de lo tremendamente pedante y prepotente que es este comentario. En solo cinco palabras descarga todo el machismo que tiene dentro, ahí, reconcentrado. Su cuerpo de hombre, le da el derecho a legislar sobre el nuestro. A decidir que el deseo de ser padre/madre de alguien está por encima del derecho de una una mujer a no considerarse un envase.
El PSOE ha rechazado abiertamente la legislación en materia de gestarción subrogada o de las “barriguitas solidarias” como lo llamó Toní Cantó, metiendose de nuevo en un jardín del que no supo salir. IU también ha manifestado publicamente su rechazo a esta forma de reproducción, como no podía ser de otra manera, habiendose declarado un partido profundamente feminista.
C´S insiste que la gestación subrogada no solo es un gesto altruista por parte de mujeres sanas mental y físicamente, sino que es una forma de reproducción tal válida como cualquiera. Obvia que la gestación subrogada se sujeta en tres pilares cada uno de ellos más pernicioso. Primero, las mujeres por nuestra capacidad reproductiva nos convertimos en las fábricas de bebés que toda pareja o no pareja desea tener para traer sus retoños al mundo. La dignidad femenina y su capacidad de decisión a la hora de ser madres, olvidadas. Segundo, la gestación subrogada es una forma de comprar seres humanos. Eso sí perfectos y sanos. Todavía no han explicado como tramitar el hecho de que un bebé nacido mediante este método, por muchos medios médicos que se pongan a su disposición, pueda no ser perfecto. Supongo que en ese caso tiraran de ideales y aplicaran las palabras de Arcadi Espada. Y tercero, el embarazo y el parto son agresiones naturales al cuerpo de la mujer. Deja rastros físicos y psicológicos en la madre gestante. La GS, conduce a la mercantilización de las mujeres porque solo por necesidades económicas apremiantes, una mujer en su sano juicio, pariría el hijo de otros. No descarto que detrás de esta ley, existan intereses económicos por parte de sus amigos los «burgueses». Clínicas de reproducción asistida, bancos de esperma y óvulos o vete tú a saber qué. Pero vamos que algo esconden, seguro. Lo que desde aquí quiero recordarles a los miembros de C´s, que una sociedad verdaderamente avanzada, rechaza este tipo de prácticas que humillan y denigran a las mujeres. Lo suyo es un retroceso social.
Espero que si esta ley llegase al Congreso, su tramitación dure lo que dure la votación masiva de noes por parte de los diputadas y diputados. Y que si Albert Rivera defiende su aprobación en la cabalgata del Orgullo, tal y como era su intención, los miembros de la misma y del colectivo LGTB le humillen públicamente diciéndole que ellos, para ser padres o madres, optan por no comprarse hijos. Eso lo hacen los “excepcionales” como Cristiano Ronaldo.
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