Antonio González Pacheco más conocido como Billy El Niño, estuvo de celebración la pasada semana con compañeros y personalidades de la policía, invitado oficialmente por el comisario Juan Manuel Mariscal de Gante, dicho sea de paso hijo del juez franquista que procesó y encarceló al padre del líder de Podemos Pablo Iglesias por repartir propaganda contra el régimen del dictador genocida Francisco Franco.
Billy el Niño ha sido uno de los mayores torturadores del régimen franquista, un sádico del que sus víctimas cuentan que veían disfrutar imponiendo el terror y que se afanaba aún más a fondo con las mujeres. Dicen que sus ojos brillaban de placer ante el suplicio de los pobres desgraciados que tenían la mala suerte de caer en sus garras.
¨Ya no parirás más puta¨ le gritaba a Lidia Falcón mientras le reventaba el vientre a patadas. Y como a ella, martirizó a cientos de mujeres y hombres de este país.
Recordemos, así de pasada que en los calabozos de la Dirección de Seguridad de Madrid este invitado de Mariscal de Gante utilizaba, para divertirse, técnicas como la bañera, el paseíllo, el colgamiento en barra o el saco, que ensayaba patadas, puñetazos y golpes de kárate con sus víctimas, que apagaba cigarrillos en la cara y en la cabeza de los detenidos, que los amarraba a radiadores y amagaba con arrojarlos por la ventana, que los mantenía desnudos durante días y les obligaba a hacerse sus necesidades encima solo por poner algunos ejemplos.
Paraos un momento a pensar, ¿cómo es posible que alguien que pertenece a nuestros cuerpos policiales piense que es una buena idea invitar de forma expresa a esa mala bestia a una celebración de la policía?
Solo tengo una explicación para eso, y sí, tiene que ver con el franquismo, con una transición que solo fue una pantomima y con los del partido de los muertos de no sé quién.
Llamadme paranoica, pero a mí lo que me da miedo no es SOLO que Pacheco estuviese en las dependencias policiales tan ¨agustito¨ como Ortega en una boda, a mí lo que me aterra es que se le haya invitado EXPRESAMENTE. Que aún HOY dentro de nuestros cuerpos policiales queden restos de franquismo, porque quedan, y en esa invitación al torturador tenemos la prueba evidente.
Llevar a Pacheco a esa celebración, es mearse, SÍ, MEARSE en la cara de todas y cada una de las personas a las que torturó, es apoyarlo públicamente y avalar sus técnicas salvajes, y lo que es peor, es hacerlo en nombre de una institución que es de todos y cuya obligación es protegernos, no reírse de nosotros.
Ver a ese personaje macabro y miserable disfrutar entre los miembros de nuestra policía como uno de ellos, nos muestra una vez más las vergüenzas de nuestra transición, nos da la razón a los que pensamos que no hubo ni justicia ni reparación, que se permitió al franquismo seguir campando a sus anchas en todas las instituciones españolas a cambio de unas migajas de democracia que ya no nos parecen suficientes.
Se pudo hacer más, pero no se quiso, o no se pudo, o no les convenía. Se dejó que gentuza como Pacheco y que los herederos políticos, jurídicos y económicos del dictador conservaran sus privilegios y su poder y ahora estamos pagándolo con humillación y vergüenza.
Pedro Sánchez tiene una asignatura pendiente a la que Felipe González nunca quiso presentarse, no basta con quitarle la medalla al tal Billy, ni con expedientar a su amigo Gante. Si el ¨nuevo¨ PSOE quiere recuperar un mínimo de credibilidad debe expulsar definitivamente al franquismo de todas las instituciones del Estado.
Aunque se encuentren de frente con el PP y Ciudadanos, que se revolverán como fieras contra todo lo que sea deshonrar su pasado, es algo que por pura decencia democrática se debe hacer sin demora. Ya debió hacerse.
El franquismo ha durado demasiado.
PF, ¿puedes dejar de usar ‘vagina’ como exclamación, o como insulto en todos los tweets? Es violento y es machista.