Durante el presente mes de septiembre, la campaña electoral catalana comenzará a dar sus primeros pasos con Artur Mas creando, mediante el embrujo de Esquerra Republicana, el llamado “espíritu de la independencia”. Para no perder la costumbre, el PP y el PSOE (esos partidos tan dados a hacer el ridículo) no han tardado en presentar sus actuaciones estelares para el recuerdo, jorobando un poco a cada paso y logrando hacer el sentir independentista mucho más grande. Cada cual a su modo natural de hacer las cosas. El PP amenazando y el PSOE más perdido que Wally en San Mamés. Es algo inverosímil que, entre partidos que comparten recortes, casos de corrupción e intereses económicos particulares, haya un espectáculo tan absurdo. Parafraseando al Sombrerero Loco, de Alicia en el País de las Maravillas de Disney…: “comenzaré por el comienzo”.
CDC: O Convergencia Democrática de Cataluña, anteriormente una de las dos partes, junto a Unión Democrática de Cataluña (UDC), del partido llamado Convergencia i Unio (CiU). CDC es hoy una de las muchas piezas que conforman un “nuevo” grupo político llamado Junts pel Sí. En él se puede apreciar tan solo una idea: la Independencia de Cataluña. Hay una hoja de ruta, con cada uno de los pasos que se tomarán para que, dicha independencia, no sólo resulte real, sino que no sea un fiasco económico. Y contiene una sorpresa, como los famosos huevos de chocolate: la presencia estelar en su lista «apolítica» de Josep Guardiola. Ahora bien…a pesar de que vivo a más de 3000 km de distancia de tierras Catalanas (soy de Canarias), tengo las mismas preocupaciones que el resto de personas del país, sean o no catalanes. Hablamos de las políticas del actual presidente catalán. Antes de que a Rajoy se le “diera permiso”, mediante otorgarle una inmerecida mayoría absoluta, para que comenzara a recortar los servicios sociales, la sanidad o la educación… Mas, ya lo había hecho. Los recortes, la austeridad del gobierno catalán, sólo la sintió el pueblo. El mismo pueblo que volvió a votar CiU para que presidiera, de nuevo, el Parlament. Aunque, para mí, la sorpresa la dio Esquerra Republicana. Un partido que, según parece, la izquierda sólo la usa para querer separarse de España. Ya que, en pocas ocasiones, ha sido capaz de impedir los recortes de servicios básicos, defendidos normalmente por los partidos de ideología izquierdista, o las subidas de salario de los diferentes políticos del partido al que apoya en el gobierno (un gran ejemplo, el sueldazo del actual President). Como es natural, a Junts Pel Sí, le basta con tener mayoría absoluta para comenzar con sus interesados movimientos de ajedrez. Pasando del interés colectivo de los ciudadanos catalanes, metiendo cizaña con que el culpable de que Cataluña debe separarse del estado español, es la mala praxis política que ha ido emborronando a base de €uros, los gobiernos centrales (llámese PPSOE). Pero el partido en el que milita Artur Mas, ignora comentar la gigantesca corrupción a la que han asumido al pueblo catalán, con el tema de las comisiones (dígase 3% o más) desde tiempos de Jordi Pujol. Aún animando el espíritu independiente, los recortes por parte de Junts Pel Sí (receta natural de la derecha en ese país) no se los va a quitar nadie.
PP: Como no podía ser de otra manera, el Partido Popular ha comenzado la pre campaña de forma espectacular. Yo diría que con un triple salto mortal: 1) Jamás se ha sentado a dialogar con ningún partido político que quisiera la independencia de Cataluña, instigando mediante amenazas, el desapego natural del pueblo catalán de manera mayúscula, hacia el estado español. 2) Presentando a un candidato muy conocido por aquellos lares. Xavier García Albiol: un ser despreciablemente xenófobo donde los haya. Una persona altiva, racista, con una chulería que ni el mismo Cristiano Ronaldo de épocas previas a Mourinho. Vamos, la perfecta imagen del PP en Cataluña, hecha carne y hueso. Y 3) El intento de “golpe de estado”, queriendo reformar el Tribunal Constitucional en una especie de “Juez Dreed” para Cataluña y su intento de “secesión” a España. Desde la primera pirueta, el Partido Popular ha resbalado en cada uno de los pasos dados en tierras catalanas. Lo peor es que no ha parado y, como suele ocurrir en las filas del partido de Rajoy, no piensa hacerlo en mucho tiempo. Hasta perder la poca dignidad que le queda en Cataluña.
Ciudadanos: Ya que se está hablando de Cataluña, sería absurdo no hablar de lo que el partido de Albert Rivera ha hecho durante estos los últimos 10 años. Se resume en una palabra: NADA. Salvo hacer mucho el paripé en el Parlament, irse de sopetón, junto con el PP, cuando iba condenarse el franquismo… o decir frases tan “celebradas” como las del propio lider de C’s dirigiéndose al expresident Jordi Pujol: “…a mi no dejo que me grite ni mi padre…”. Poco más se puede decir del hoy encumbradísimo partido de “centro”, al que apoya gran parte de las plataformas mediáticas y todo el IBEX 35.
PSOE: Este es otro ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas. Principalmente, porque no tiene ni pajolera idea de qué es lo que quiere hacer, ni en Cataluña… ni en el resto del estado. Como escribí en mi anterior artículo, el PSOE es el perfecto ejemplo de contradicción constante. De Cataluña, su independencia y su “espacio en la unidad de España”, se ha dicho de todo: Desde la época en la que Zapatero, para continuar con el seudo-juego político de “yo te doy, si tú me das”, prometiendo que, en plena reforma de los diferentes estatutos autonómicos, “el estatut catalán se aprobaría tal cual saliera del parlament”, como primer intento. Fue denunciado por el PP ante el TC y luego “corregido” para su aprobación en las cortes… saliéndole rana la promesa a ZP. Ya con Pedro Sánchez como Secretario General de los Socialistas, las diferentes maneras de abordar el “problema soberanista” mediante nombrar un intento de federalismo, pero con matices, no hicieron más que enredar lo ya enredado. (Aquí os remito hacia un esclarecedor y muy gráfico ejemplo de qué es lo que el PSOE quiere intentar hacer, refiriéndose a un federalismo que no lo es : http://www.reforma13.es/la-fabada-de-arroz-con-pollo-y-conejo-se-llama-paella/) Y con la extraña posición del PSC, que nadie sabe cuál es. El PSOE ha seguido “tonteando” con CiU y su “idea soberanista”, porque le preocupa la unidad democrática del estado. Pero reconoce que no sabe qué hacer ante tal “problema”.
PODEMOS: El único partido que ha pedido dialogar, sin imponer ideas más que la de ponerse de acuerdo en los temas importantes y el derecho a decidir de los pueblos, en un estado plurinacional como en el que nos encontramos. Un diálogo efectista y eficiente. Que haga pensar a los catalanes, haciéndoles la pregunta correcta. Entre las posiciones de Junts Pel Sí (Independencia, sí o sí), del PP (España, una y soberana) y del PSOE (Estado Federal, pero sin ser una federación) la de Podemos, pienso yo, para un estado democrático y de derecho como España, es la más acertada. En este caso, Podemos ha convergido en Catalunya Sí Que Es Pot, junto con otros partidos que piensan de la misma forma. Diálogo, políticas sociales y de crecimiento y el muy importante derecho a decidir mediante votación, la manera de convivir con el estado central. El ridículo aparece en el resto de formaciones políticas, anteriormente mencionadas, que no quieren que en el partido de Pablo Iglesias, se “salgan con la suya”. Seguramente porque eso les quitaría aún más del escaso rédito electoral que les queda al PP, PSOE y C’s.
Los partidos de derechas (PP y CDC) comparten algo más que un nacionalismo exacerbado, cada cual a su manera. No comprendo cómo, estando de acuerdo en tantas cosas: recortes, austericidio, financiación ilegal, corrupción política… no se han sentado nunca a tomar un café, mientras hablaban sobre la “secesión de Cataluña ante el estado español”. Son los grupos políticos que más corrupción tienen dentro. Llevan financiaciándose de forma ilegal, desde sus orígenes. Tienen un presidente que, al parecer, jamás se ha enterado de la basura que hay en el interior de sus respectivos partidos. ¡Si son tal para cual!
Acabando ya, quiero expresar mi deseo de que los catalanes voten lo que crean más conveniente para su interés colectivo. En la política actual, lo que cuenta no es el pueblo, sino los propios políticos. Vemos que, desde que juran el cargo, quienes que no nos representan, siempre hacen lo mismo como primera medida: subirse el sueldo. Quien realmente quiere representar al colectivo, antepone la ciudadanía a sí mismo. Es por ello que, sólo hay una manera de que todo cambie a mejor: haciendo las cosas de forma distinta.
Sí se Puede.
Catalunya Sí Que Es Pot.
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