El dilema que encuentro desde mi cínico punto de vista hacia el tema de la experimentación con animales, que
es uno de los extremos que el ser humano a optado para con casi la totalidad del resto de seres vivos con los que convive, me plantea dos preguntas:
¿Es el ser humano superior al resto de seres vivos de la tierra? Y por consiguiente ¿Tiene derecho a valerse de ella para cualesquiera sean sus metas?
Y: ¿Qué límites hemos de situar a la hora de la experimentación con los seres vivos?
Los animales que han rodeado al ser humano durante su paso por la tierra han sido siempre fuente de envidia, inspiración y conocimiento. Los antiguos egipcios adoraban a dioses con formas animales; En la india las vacas son sagradas; En la religión musulmana está prohibido consumir carne de cerdo… Y así infinidad de ejemplos, sin meternos en los motivos de cada uno. Fue el querer volar como un pájaro lo que nos llevó a la luna. O respirar bajo el agua lo que nos ha desvelado grandes misterios de nuestro planeta. Esta admiración a la naturaleza de la que formamos parte es esencial y necesaria para nuestra correcta evolución. Pero, como el propio término de naturaleza y evolución lo exige, también el ser humano ha de valerse de ella para subsistir y prosperar.
A la hora de responder si es el ser humano superior al resto de seres vivos del planeta requiere situarse como juez en un dilema con conflicto de intereses. En cierto aspecto lo que define al ser humano y lo sitúa por encima en la escala evolutiva es su inteligencia. Pero a la hora de evaluar la inteligencia vemos que es el conjunto de procesos internos que nos permiten desenvolvernos en el mundo físico. Y en esto los “animales” son un claro ejemplo pues, con la suma de sus habilidades (la capacidad de las águilas para detectar objetivos a varios kilómetros de distancia, la facultad de camuflarse se los camaleones, o el radar biológico de las ballenas), el hecho de continuar existiendo se debe al 100% de efectividad de sus cualidades. Aspecto que claramente lo diferencia del actual ser humano. Pero nosotros tenemos la capacidad de modificar nuestro entorno, y de valernos de la suma de nuestra inteligencia y el entorno para conseguir lo que otros seres vivos realizan. Pues el ser humano vuela en aviones, es capaz de ver galaxias lejanas y virus microscópicos, y una innumerable lista de logros.
No voy a valorar si los humanos somos superiores por su concepto de espíritu. Pues considero que el mayor fallo de la humanidad radica en sus concepciones de divinidad. Pero a la hora de contestar al dilema de la supremacía del ser humano sobre los animales solo puedo remitirme al dato de que: aunque la capacidad del hombre para controlar su entorno es incuestionable, difícilmente lo salvará a la hora de enfrentarse al caos que deviene a la extinción sucesiva de razas animales producto del efecto dominó de la explotación masiva de recursos, y la proliferación de formas de vidas (como las medusas que invaden las costas japonesas) derivado de la desaparición de sus depredadores, que extingan el principal sustento del ser humano.
Con todo ello defiendo que el ser humano ha de valerse de su entorno para sobrevivir porque es nuestro 100% de efectividad en nuestras cualidades, pero el poseer una conciencia sobre el tema nos deriva en una responsabilidad, puede que la única responsabilidad real del ser humano, que es el respeto y la manutención de ese entorno que nos es tan fácil cambiar. A cambio de valernos de el para subsistir.
Y para acabar y con respecto a la pregunta del extremo límite en la experimentación animal confesaré que estoy de acuerdo con dicha práctica siempre y cuando la raya infranqueable se situé cuando la experimentación excede la urgencia de la necesidad. Experimentar con animales con motivos estéticos me es bastante difícil de entender, al igual que por motivos militares, solo concibo la experimentación animal a la hora de estudios científicos de urgencia, dando igual el área, destacando la investigación con motivos sanitarios.
Cuántas vidas se hubieran malgastado en las minas sin un canario (ave tropical); Cuantos avances más hubieran descubierto los Curie si hubieran probado los efectos de las radiaciones en algún ratoncillo; Que quedaría de nosotros si no supiéramos lo que es un virus;… Lo que no puedo aceptar es de volver a tener algún tipo de doctor Mengele que prefiera experimentar en sus semejantes antes que en animales porque, de seguro, obtendría resultados más rápido… Ni tampoco una sociedad homeopática con niños muriendo de catarro por no poder probar medicamentos en animales.
Aqui os dejo algunas páginas y videos de interés con referencias al escrito:
http://www.lavidacotidiana.es/por-que-utilizaban-canarios-en-las-minas/
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