Este artículo es muchas cosas, pero lo primero un experimento sociológico. Vamos a ver a cuántas personas (sí, hombres, pero también mujeres), les ofende que se use la palabra coño, les parece poco fino o elegante, y creen que, especialmente una mujer, no debería escribir así.
Pues, ¡sorpresa!, (casi) todas tenemos uno, y todos los que están sanos son bonitos, funcionales, jamás algo de lo que avergonzarse, o que huela mal, o de lo que no se pueda hablar más que entre susurros y risas avergonzadas mientras todo es fálico a tu alrededor. Si hasta ahí ha llegado el negocio de la estética, bueno, llegó hace años. Si ya te has operado la nariz, los pómulos, te has puesto botox, extensiones, pestañas y uñas postizas, tetas de silicona, te has hecho dos lipoesculturas y sigues descontenta, igual es porque tu coño no es “como debería ser”, o sea, como a alguien se le ha ocurrido que tiene que ser, y te lo operan en un momentito. Porque en las mujeres todo es mejorable en esa búsqueda imposible pero muy cara del físico de la Barbie, que sirve de manera genial a dos propósitos, al machista y al capitalista. Y hasta el coño de complejos impuestos estamos muchas y muchos ya.
Porque de lo primero que estoy hasta el coño es de que la idea de que todo en las mujeres sea siempre muchísimo peor:
- Un hombre borracho es ridículo, pero una mujer borracha al parecer es lo más patético del mundo.
- Tener un jefe es malo, pero tener una jefa es peor que las 7 plagas
- De los suegros no se habla mucho, pero las suegras son siempre más malvadas que la madrastra de Cenicienta. (Si es que pasa hasta en los cuentos …)
- El machismo de los hombres es terrible, pero las mujeres somos las más machistas.
Todo mentira, porque hay de todo en todas partes, pero quiénes no habéis oído eso de: “… uf, pero las mujeres para eso, son las peores …”. Da igual que los hombres borrachos se tambaleen por la calle, con el pito fuera y andando mientras mean, da igual que el 90% de los jefes en este país sean hombres y a la mayoría no los aguanten ni en su casa, da igual que sean hombres los que asesinan más de 50 mujeres al año y no otras mujeres, siempre saldrá el mito de que nosotras somos las “más malas del mundo mundial”.
Estoy hasta el coño del mito de que las mujeres conducimos mal. Cada vez que vas a aparcar hay un tío que al parecer no tiene nada mejor que hacer que ponerse a mover los brazos como si estuviera controlando los aterrizajes en un portaaviones. Jamás, repito, jamás, les verás hacer eso con otro tío, aunque haya golpeado 20 veces al coche de atrás y se haya subido a la acera para aparcar un 500 en el hueco que ha dejado un Jaguar. Cada día me encuentro con un montón de hombres que conducen fatal, es una cuestión estadística, supongo, pero los mitos no cambian. Y no, no me pinto los labios mientras conduzco, pero sí he visto a un tío afeitándose con la maquinilla conectada al mechero del coche.
Hasta el coño y más allá de que todos y cada uno de los hombres en este país, y me figuro que en los demás pasa igual, tengan una opinión firme y cerrada de cómo hemos de llevar a cabo las mujeres la lucha feminista, y se sientan además en la obligación de hacérnoslo saber, con un grado de paternalismo que sólo puedo calificar de vomitivo. ¿Os imagináis a alguno de estos “prohombres” blancos diciéndole a Luther King o a Malcom X cómo debían llevar la lucha por los derechos civiles? ¿A que no? Pues no lo entienden, los pobres, porque encima de que ellos se molestan en pensar en ti y darte amablemente su doctísima opinión, no sólo no les hacemos caso, sino que nos enfadamos. ¡Qué malas somos!
Estoy muy hasta el coño de que en casi todas las religiones y muchas sociedades (que no culturas), incluidas algunas en nuestro país, se suponga que el honor de una familia está en el coño de sus mujeres. Claro, y en la teta izquierda llevo el Arca de la Alianza, y en la derecha una copia de las llaves por si las pierdo … Otro síntoma más del férreo control que los hombres quieren ejercer , y ejercen, sobre el cuerpo de las mujeres, que consideran suyo por entero. A ver si dejamos de llamar a esa mierda “cultura”, eso también sería un avance.
Estoy hasta el coño de esta nueva moda “centrista” de calificar el aborto como un fracaso y solo como eso, y además con cara de circunstancias y de que así queda todo dicho. No, señores, el aborto es un derecho de TODAS las mujeres, y además una decisión. Fuera de esto cada mujer lo definirá en su vida como le parezca, porque en este tema tampoco necesitamos, ni pedimos ni queremos la tutela de los hombres. ¿Cómo calificamos entonces el divorcio? ¿Es un fracaso pero no un derecho?.
Estoy hasta el coño de que en todo el llamado primer mundo, donde más avanzados se supone que están los derechos humanos, las mujeres cobremos siempre menos que los hombres por el mismo trabajo, en España un 17% menos, y que sea legal o ilegal, a nadie parezca importarle ni haga nada por corregirlo. Ahora están empezando a levantar la voz las actrices estrellas del cine, y van a poner en marcha una comisión para estudiar si cobran menos. Igual les lleva años “estudiarlo”, en fin …
Y estoy hasta el coño de que la izquierda, que es quien se supone que apoya la lucha de las mujeres, nos deje siempre de lado en los momentos clave, porque “hay cosas más urgentes o importantes”. ¿Y qué carajo hay más importante que los problemas reales del 52% de la humanidad? Las dos veces que ha ganado Syriza en Grecia en este 2015 ha formado gobierno sin una sola mujer, ni una ministra en dos gobiernos. A las que se nos ha ocurrido criticarlo nos han llovido palos por todas partes: por egoístas, porque Grecia tenía y tiene cosas más importantes y urgentes que solucionar, por insolidarias, por quejicas … Como si llevara más tiempo o fuera más complicado nombrar una ministra que un ministro. Como si no hubiera mujeres preparadas …
Hay muchas más cosas, seguro que a quien lo lea se le van ocurriendo unas cuantas sobre la marcha, os invito a compartirlas conmigo si queréis o a desahogaros en privado, en cualquier caso es liberador. Solo os diré una cosa más que podría resumir todas las anteriores:
estoy hasta el c… de que los empresarios piensen en una futura e hipotética maternidad para negar puestos de trabajo. Estoy hasta el c… de que hombres que no conozco de nada me expresen su opinión buena o mal sobre mi físico. Estoy hasta el c… del estereotipo de la divorciada que se queda con todo, que con lo que se quedan es con hijos, sin trabajo y dinero. Estoy hasta el c… de la obligación de ser mejor en el trabajo que los hombres para ganar menos. Estoy hasta el c… de que mujeres que se han tenido que quedar en casa luego no tengan pensión. Estoy hasta el c… de eso de que los hijos y los viejos son para las madres. Estoy hasta el c… de luchar ahora por lo mismo que luche hace 30 años. ESTOY HASTA EL C… DE ESTA SOCIEDAD
Biennnnnnn! Lo comparto todo,gracias Maite!
Estando de acuerdo en todo lo q decís, tengo algún punto q añadir:
Estoy hasta el c… De q las concejalías de Urbanismo sean para hombres, se ve que ellos nos roban mejor.
Y también de que para los Departamentos q conllevan desprestigio, como el de Interior, cuando la situación es difícil, echen mano de una mujer para q se queme y luego venga el hombre intacto, a sucederla.
Respecto a Syriza, no me extrañaría q no haya habido mujeres con ganas de formar parte de un gobierno que iba a ser apaleado por la Troika sin piedad, sin esperanza y sin cerebro, solo con la fuerza q da la corrupción generalizada en el poder del dinero. Yo no hubiera querido jugar con esa baraja. Hay más variables detrás de las bambalinas del machismo abusador.
Un saludo a todas las que nos rebelamos y las que aún no.
Muchas gracias por compartirlo conmigo
Coño! Por fin un artículo que comparto de principio a fin.
Gracias por el artículo y por usar coño en lugar de ….
Podrían discutirse algunas cosas del artículo, otras podrían ponerse en duda, las más suscribirse, pero hay una que ha quedado palmariamente clara; está usted hasta el coño!
Para César:
Sería interesante que diera Vd. más detalles y no nos deje con la intriga.
Por supuesto, sobre los que no está de acuerdo, «con argumentos»; y los discutibles, para ayudarnos a descubrir casos que tal vez desconozcamos.
Muchas gracias.
Saludos.
Pues sí, otra que está hasta el coño ya. Buen artículo. Salu2
¡Olé por tus «OVARIOS»!
Supongo que te habrás desahogado, y eso sienta muy bien. A mí cuando suelto lo que siento, me relaja un montón.
Sí, claro que sí me han venido a la memoria otros episodios visualizados a lo largo de mi vida. Voy a comentar uno:
«Mismo escenario; un pueblo de 700 habitantes.
Dos casos de «Dependencia», uno hombre y otro mujer.
Comentarios «generalizados»:
En el caso del hombre Dependiente: «Pobrecico, hay que ver lo que está pasando».
En el caso de la mujer Dependiente: «Pobre marido, la que le ha caído encima».
……….?????
¿Sirve este ejemplo como meritorio para añadir más pruebas a tu artículo?…. Ese tipo de comentarios que he descrito como «generalizados», es porque salían de bocas tanto masculinas como femeninas.
¡Yo también estoy hasta el coño… o más arriba, HASTA LA AZOTEA!
Gracias por tu desahogo, pues me ha servido para hacer yo lo mismo.
Un abrazo.
¡Por supuesto que sirve!, y muchas gracias por compartirlo, Carmen
Sigue escribiendo. Me encanta leerte.
Un abrazo.
Siempre he pensado que o a las mujeres nos sobra una neurona o a los hombres les faltan varias. He intentado muchas veces poner los ovarios sobre la mesa, aunque estemos acostumbradas a que se pongan los cojones, para demostrar que somos iguales o que podemos serlo. Pero a mis 52 años aún no lo he conseguido.
Ya no hablo de las consabidas diferencias en el entorno laboral, político o social. Hablo de la mujer en el papel de aceite lubricante en ese engranaje perfecto que es la familia. Y digo perfecto porque cualquier tuerca floja u oxidada hace que, socialmente, y, sobre todo, para el mundo machista, deje de ser familia y pase a ser una especie de contenedor de chatarra.
Pues bien. La familia y ese chasis que la contiene que llamamos hogar, funciona como un reloj suizo gracias a esa neurona sobrante nuestra que resuelve enigmáticas preguntas tales como el “¿dónde está el papel higiénico?” y espera contundentes respuestas como el “no lo encuentro”. Eso es así.
Tan así como que la clara percepción a la vista de una gruesa capa de polvo sobre un cristal es cosa de nuestra neurona sobrante, porque ante una afirmación con cara de hastío de “hoy tendríamos que limpiar” y la más que esperable respuesta tipo “tampoco está tan sucio” o “ya limpiamos hace quince días”, nuestra neurona, que no puede estarse quieta, sacará la caja de herramientas, enchufará el aspirador y rociará los estantes de la librería con PRONTO como si le fuese la vida en ello y ordenará tajante “tú pasa el trapo”.
Es posible que nuestra neurona se haya dado cuenta de que hace días que la ropa está en el tendero seca y dura como la mojama, pero la ropa no pasará al siguiente rincón, la tabla de planchar, hasta que no se echen de menos unos calzoncillos. Tarde o temprano, nuestra neurona se pondrá manos a la obra y, como mínimo, doblará y guardará bragas, toallas y calcetines y “total ya puesta”, dirá la neurona, “le voy a doblar el resto de calzoncillos a este imbécil”.
Incluso nuestra neurona, sentada en el sofá con los pies sobre la mesa y esperando el necesario descanso del resto de neuronas que no han parado de moverse en todo el día, han cuadrado balances, han debatido con el director del cole de sus hijos, han ido a la compra y han cambiado la bombilla del baño, soltará, como quien no quiere la cosa, un “tengo hambre” y obtenga como respuesta un “uf, hoy yo no voy a cenar”. Ante lo cual, rauda y haciendo mucho ruido con los cubiertos sobre la mesa, organizará algún apaño para ella y los cachorrillos, a quienes se sumará un “ahora que os veo cenar…”
Estoy HASTA EL COÑO de poner los ovarios sobre la mesa infructuosamente. Estoy hasta el coño del “todo está bien”. Estoy hasta el coño del “ya me apaño yo”. Estoy hasta el coño de “qué fuerte eres”. Estoy hasta el coño de sentir que bichos, hijos y demás parientes, dependan de mi fortaleza como mujer. De mi paciencia. De mi constante “en estado de alerta”.
Y todo eso es culpa de esa puta neurona que quiero que me extirpen. Que alguien me lleve al taller. Gracias.
No quiero que te lleven al taller, que les lleven al ellos para implantarles la neurona que les falta.
Gracias por compartirlo, besos
Estamos ante una estampida de aliens aleccionadas en la realidad virtual que tratan de crear. Estas feminazis generadoras de odio y violencia en sus planteamientos de aberración satánica. Deconstructoras sociales y de perversas intenciones. Discípulas serviles de lo maligno y difícil de creer, pero que existir existen. No tienen dignidad ni se les espera. Su agresividad perversa es síntoma del síndrome que calificaremos del «anonadadamiento satánico», de complejo de inferioridad e insatisfacción de vida, y tratan de trasformar la vida de equilibrio y buenas relaciones entre los seres humanos, con sus mentes abducidas en su vacío y validez como seres humanos llenas de ira y carga maléfica, destructora y de muerte. Es una necesidad perentoria y deber humano plantar cara a estas aberraciones de la naturaleza en la misma carga proporcional de la que hacen gala estas discípulas inexpertas de la realidad humana.
La rabia las consume dentro de su conciencia aniquilada por la irrealidad que experimentan en ese clímax de la aberración faltona a sus conciudadanos.
Son las más dictatoriales, las más egoístas, las mas inadaptadas que podríamos que sufren un trastorno psíquico en su vejación de objetivo nada positivo. Es triste que piensen así, y que exista estas manzanas podridas dentro de nuestra sociedad.
Invoco a los poderes divinos.
¿Eres el? http://www.youtube.com/watch?v=UZsmTXsilXo
Vaya usted a visitar al psicólogo.
O en su defecto, no vuelva a olvidar tomar su medicación.
Sin palabras me dejaste !!!!!!!!!
Ole, ole y ole! yo siempre estoy hasta el coño y me llaman «merdellona», aunque tengo la sensación de que si dijese que estoy hasta los huevos nadie se percataria de si soy «merdellona» o no. ¡Hay que echarle coño joder!
Atte. Una chica a la que le gusta hablar bien pero ante todo, le gusta luchar por los derechos de todas.
No soy ese Alberto, ni mucho menos. Ni deberían de atender nadie a vuestras exposiciones cuya primera medida es el ir a desprestigiar un comentario en contra.
Soy Alberto a secas, quien va a acabar con esta aberración social desvirtuada legislada desde el odio y por el oído para generar mayor conflicto y guerra, y seguir manipulando a la opinión publica construyendo estructuras de negocio garrafal y multimillonario de una manera oscura y de engaño. Soy el que va a hacer que esta fantasia irreal implantada en una sociedad libre y humana nos degeneren gentes con bastardías impropias de sociedades sanas. Solo es explicable desde la ddimensión de lo oscuro y perverso todo esto que genera todos los años miles de muertes a parte de otros graves perjuicios sociales, falseando la realidad, escondiendo datos y engañando al pueblo español gentes de han sido abducidas por poderes oscuros, masonerías y sectas de cobarde y mierdero Satán, la representación del mal y el caos, y lo impropio en esta aventura que es la vida como campo de pruebas.
Quien veje un solo pelo de uno de mis protegidos no saldrá indemne. Invoco a Dios, y todos los poderes divinos para que acaben destruyendo estas perversas acciones den los serviles esclavos de la maldición. Así sea. Loado.
Es increíble que no caiga por su propio peso, pero el poder maligno se hace fuerte en engendros abducidos, y manipulados. Es más la ideología de genero científicamente dicen, que no digo que las herramientas de la deconstrucción las emplean a través de las mujeres perversas ( fácilmente de manipular ) y las homosexualidades.
Una cosa son las libertades, incluido la libertad sexual y otra es la manipulación para someter a la esclavitud de las personas a la maldad mediante la vejación social.
El mandato es claro y preciso y cuenta con el apoyo.
Infórmense de que es la ideología del género y que es lo que manipulan y porque, y que poderes oscuros y personas abducidas mediante engaños se afanan en aportar perversión a las relaciones sociales.
es lamentable y no tiene perdón de dios lo que han organizado con toda esta temática. Pero tendrá que acabar.
Realmente debería de constituirse un tribunal constitucional fuera de la aberración de nuestros poderes abducidos por pactos no claros y en algunos casos manifiestamente perversos y satánicos, sectarios y de mala índole, y juzgar este sexismo genocida instaurado como una dictadura en un estado de derecho (corrompido ahora mismo) en democracia y en tiempos de paz. Los que saben les cuesta incluso reconocer sus culpas. Quien podrá reponer e indemnizar los daños a la sociedad, donde los perjudicados superan ya millones en mayor o menor medida, hombres, mujeres hijos y menores, etc, etc, y la sociedad en su totalidad, y nuestra propia nación en su expectativa más necesaria en la buena convivencia.
A dios invoco sobre todas las cosas y a Jesucristo, que sé que no les gusta hablar de ello, pues saben perfectamente que es el elemento equilibrador de la humanidad. Ideologías del artificio y sobre todo del control de masas, y siervos para mantener un poder oscuro e inconexo a la realidad humana.
Zuriñe. Como hermano menor de dos mujeres que me han cuidado, educado y querido como poca gente, marido de una mujer árabe liberada de yugos insoportables, capaz, culta e inteligente, quiero agradecerle todo lo que hace por ellas. Estoy de acuerdo en el 90% de lo que propone esta completa reivindicación, que viene a tocar todos los palos del día a día.
Solo quiero hacer unos apuntes, si me lo permite.
Que el individuo masculino no tenga sentido del decoro ni de la integridad cuando se emborracha y se devalúa hasta la nulidad, no considero que tenga que ser motivo de envidia. He vivido de la hostelería… y fue durante mi época universitaria cuando dejé de consumir alcohol al descubrir lo vergonzoso de la actividad humana en ese aspecto. La mujer, por lo general, no se emborrachaba, no por lo que pudieran decir, sino porque se respetaba, me estoy yendo a la antigua ROMA. Es por eso por lo que puede resultar más raro… pero lo raro no es que se emborrache sino que se rebaje hasta el punto en el que lo hace el varón.
Todo el mundo entiende el uso de palabras malsonantes como un acto agresivo y poco decoroso que, en algunos momentos, llegan a resultar cómicos. Según la RAE, “cojón y coño”, son igualmente palabras malsonantes… se encuentren en la boca que se encuentren. Que los hombres las usen recurrentemente a cada segundo, tampoco debería ser ejemplo a imitar por la mujer, mucho más leída y con una astucia organizada capaz de demoler cualquier argumento con solidez y veracidad.
Me sorprende que la mujer se quiera equiparar con el varón en esos asuntos que, precisamente, serían la prueba evidente de la mediocridad del varón y la superioridad ético-intelectual de la mujer.
Es sabido que la mujer, en las próximas décadas, va a copar los cargos de mayor responsabilidad en cualquier empresa, así como copan las universidades hoy por hoy
Por último, en los sectores en los que he trabajado y en las empresas para las que he trabajado, los empleados, independientemente de su sexo, cobraban lo relativo a su contrato, según indican los diferentes convenios. Seguro que usted tiene información más profunda, que no encuentro cada vez que intento indagar, donde se indique el sector y los puestos donde es habitual. Mi madre es maestra, una de mis hermanas es abogada y grafóloga, mi otra hermana es autónoma, mi mujer también es maestra especializada en discapacidades y trabaja en un centro para menores… aún no he conocido a una mujer que cobre menos que un varón en puesto similar, lo que no quiere decir que lo niegue.
Reciba un cordial saludo.
Leo con atención todas las protestas y nada es mejor que protestar es hacer. Dar ejemplo desde pequeños a nuestros hijos y enseñarles que el genero es igual. En casa, en la escuela, en la calle en comportamiento tiene que ser de respeto sino , mal vamos. Protestar con tanta rabia no te libera sino te carga más. El tema se se resolvía pronto si la educación y el respeto estuviera siempre presente. Pero no hay que avasallar al mas débil y aprovecharse de él. Así no se va a ninguna parte. Me extendería demasiado y no se si merece la pena explicar como llevo yo desde hace 40 años a mi familia y que en mi casa se comparte todo desde que nos casamos. Un saludo