La cara no es siempre el espejo del alma

Dejando a un lado la mayor o menor gravedad de la declaración de independencia, o la no declaración de independencia, como gusten, de Cataluña, hay algo que se nos está escapando, se nos está yendo por los poros de nuestra piel de toro.

Es algo que el Partido Popular, y, en especial, Mariano Rajoy maneja con especial destreza. Porque, el hecho cierto, es que todo político de derechas que se precie sabe que debe tener un monstruo con el que distraer a la ciudadanía. Un enemigo que se convierta en enemigo común y que le suponga un apoyo electoral. En el ínterin, ellos siguen apoltronados en sus sillones, o en sus cargos, robando a la ciudadanía o desviando los caudales públicos a donde más les interese.

Hágase memoria y recuérdense todos esos enemigos: el comunismo, con Franco, luego la ETA, con el dictador, y posteriormente con UCD y el resto de gobiernos de la derecha. En Estados Unidos, también vemos el mismo comportamiento: el comunismo, el islamismo, los antisistema…

Los Populares salen a la palestra con cara de preocupación, con gesto grave y solemne a recordarle a Puigdemont y a los independentistas que se aplicará el artículo 155 – mano dura – La Ley, con mayúsculas, que para eso se hizo. Una Constitución que es de lo poco que hoy en día no obedece al principio de la obsolescencia programada, más opuestamente obedece al inmovilismo franquista de lo que sarcásticamente aquel régimen denominó como “Movimiento”. Soluciones judiciales a problemas políticos, esa es la receta fascista de un gobierno fascista, apoyado por un partido que nadie sabe lo que es, y no me estoy refiriendo a Ciudadanos.

Lejos de causarles la preocupación que aparentan, la rebeldía de los independentistas catalanes les ha venido que ni pintada. Les ha resucitado un monstruo al que adherir partidarios para la defensa de la patria, tan peligrosamente amenazada.

Ya no se habla de las causas que el PP tiene pendientes, de la precariedad laboral, del desempleo, de los recortes en Sanidad, de la deficiente educación, de la escasez de las becas, de los desahucios, de las cláusulas suelo, de los afectados por la hepatitis C, de la no devolución del rescate bancario, de la ley mordaza, ni siquiera de los incendios de Galicia.

Ahora toca hablar de Cataluña. Y cuanto más se hable de Cataluña, menos se hablará de ellos, de sus cargos públicos gastándose nuestro dinero en juergas y en putas, en coches de alta gama, en relojes de lujo, en viajes a lugares paradisíacos, y un largo etcétera.

Por eso no interesa el diálogo. Ahora que se ha despertado hay que mantenerlo vivo, para despertar la conciencia patria, y jalear a la ciudadanía a que salga envuelto en la bandera nacional, a defender España de los sediciosos, mientras ellos siguen desmantelando el país y llevándose nuestro patrimonio a Suiza, a Panamá o las Bahamas.

Sobre vichamsan 68 artículos
Escritor. Dos novelas publicadas. Finalista Premio José Saramago de Narrativa

1 comentario

  1. Partimos del principio que en ningún país de la UE, USA incluida, no es posible la secesión por lo que lo que sucede en Cataluña no habría sucedido, también habría que recordar a quienes de una forma u otra lo que sucede en Cataluña están apoyando al sionismo y tampoco convendría olvidar que Pujol se inspiro en el sionismo y hacerse cómplice de sus mentiras “históricas” no lleva aparte alguna
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192825

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