La anterior campaña electoral me propuse hacer una serie de artículos que enfocaban las diferentes contradicciones que podían observarse, según las palabras y los hechos de los distintos partidos políticos. Por “distintas cuestiones” -sobre todo económicas-, la prensa “libre” de este país no denunció dichos disensos con la realidad, salvo en muy contadas ocasiones. Como soy poco original y muy previsible, -según la opinión de mi pareja, a la cual no le falta razón- para esta corta, condensada e interminable campaña electoral que mira hacia el #26J, voy a actuar de la misma manera: escribir una serie de artículos. Aunque en esta ocasión no voy a referirme a los cuatro años anteriores –ya que tod@s recordamos lo que ha ocurrido, salvo algunos que jamás quieren enterarse de la verdad de este país y miran a otros-.
Para comenzar esta serie, mentaré al partido político que –he de confesarlo- de forma sorpresiva obtuvo más de siete millones de votos… a pesar de su probada corrupción, mentiras y pésima gestión. Sí, comenzaré por el Partido Popular.
Desde la misma noche del 20D y viendo que su tan amada “mayoría absoluta” se desvanecía, el PP hizo algo que llevaba sin practicar más de cuatro años: ofrecer su mano para gobernar con el apoyo del PSOE. Recuerdo cuando el partido presidido por Rajoy, al comenzar un “debate” –lo entrecomillo porque, más que un debate, parecía un monólogo- para el cambio de cualquier ley, a todas las enmiendas que los distintos grupos parlamentarios presentaban se les respondía NO. El PP, sabiéndolo bien y enorgulleciéndose de ello, gobernó en soledad durante los cuatro años de legislatura. Ni siquiera las ILP’s que la ciudadanía presentó en diversas ocasiones, fueron tomadas en cuenta. Se creó una atmósfera aislada entre el Partido Popular y el resto del mundo. Aún se escuchan las advertencias de muchos diputados y portavoces que, señalando al PSOE, culpan de la repetición de elecciones a “otros partidos” y a sus dirigentes. Cuando fueron ellos y su chulería durante cuatro años, los que se quedaron muy solos.
Mariano Rajoy, la misma noche del sufragio, pidió a Pedro Sánchez y a Albert Rivera que le apoyaran para “ir contra los radicales anti sistema y los independentistas que quieren romper España”. Por supuesto y a pesar de su discurso de campaña, Albert “el lazarillo del bipartidismo” Rivera, dio un sonoro y contundente SÍ. Mientras Sánchez se lo pensaba. Al final y como tod@s sabemos, la “Gran Coalición” no ocurrió –por ahora-. La estrategia del PP fue practicar lo que mejor se le da –aparte de cobrar sobresueldos y mover dinero en “B”-. Dejar que pasara el tiempo, haciendo nada. Mientras veía cómo el PSOE intentaba hacer un cóctel imposible con CiudadanosCs y Podemos.
Durante estos cuatro meses, el PP ha hecho lo que ha estado haciendo durante los cuatro años previos. Resumiendo: destape de su corrupción; enfangue a otros partidos políticos y/o personas afines; protección hacia los sospechosos de delitos, como a la señora Barberá; mentir a los ciudadanos respecto a su gestión como gobierno, no diciendo nada sobre la subida del déficit público; esconder a Rajoy y reírse de la ciudadanía día sí, día también… intentando convencerla de que los recortes han sido positivos o que va a volver a bajar los impuestos.
Rajoy le comentó a David Cameron que el día 26 de Junio se repetirían las elecciones. Aunque tod@s quisimos que se equivocara -yo más que nadie-, por desgracia no fue así. Y el día #26J se repetirán los comicios, acentuando el punto de que va a haber menos participación –algo de lo que me siento muy decepcionado con esa ciudadanía luchadora, en especial con los que deseaban una democracia, con la excusa de que participar en la democracia agota– y sabiendo que, por culpa de los malos pasos, las pésimas actuaciones de muchos políticos y las malas decisiones de otros, vamos a tener otra campaña electoral. Aunque en esta ocasón, extremadamente polarizada. Este artículo quiere incidir en el por qué y en si hemos aprendido la lección como representados. Como votantes. Como individuos pensantes que debemos actuar para el bien colectivo. Aunque llevamos cuarenta años de la muerte del dictador y este 2016 se cumplen ochenta del inicio de la Guerra Civil Española, pareciera que mucha gente no ha aprendido nada. Volverá a haber votantes que se dejen engañar por los mal llamados “medios de comunicación tradicionales”. Volverán a votar los que, como buenos cómplices de todo delito, se benefician de la mala praxis de los partidos políticos que se denominan “constitucionalistas”, cuando se observa que la Constitución de todos y todas la usan sólo para su propio beneficio.
¿Hemos aprendido la lección para el #26J?
¿Hemos aprendido la lección para el #26J?
Esperemos que si. Y como digo muchas veces, …paciencia. Y si la gran coalición no lo permite, esperaremos 4 años mas si es preciso.Porque la gran colaición si algo es seguro, es que, haran mas de lo mismo hecho hasta ahora. La prueba, es que el Sr. Rajoy ya ha firmado en Bruselas que si gobiernan, habran mas recortes. Si esos recortes se llevan a cabo, los anteriores van a quedar como calderilla frente a lo que pretenden.