A poco más de dos meses de las elecciones generales, las encuestas, más o menos cocinadas dan por hecho que uno de los dos partidos más infames y corruptos que se han dado en la historia de las democracias europeas volverá a regir nuestros destinos con el sostén de Ciudadanos, el engendro apoyado por el IBEX para mantener este criminal sistema. Lo de siempre, cambiemos algo para que los imbéciles que nos votan lo sigan haciendo y se traguen en cuento de que la vida pública queda regenerada.
Eso es España hoy por hoy, un país de imbéciles, o lo que es peor, de indecentes y amorales que aceptan y toleran la indecencia y la amoralidad de sus gobernantes.
Entre tanto patriotismo barato, de banderita en la muñeca y de cuentas en Suiza, nos han vendido que la bajeza moral, la ignominia, el expolio y el canallismo es algo normal que debemos aceptar como el menor de los males, y ha colado. Los que han asesinado por omisión a 127.000 dependientes, a miles de enfermos de hepatitis, a miles de personas que se han quitado la vida por causa de la crisis y de los desahucios, a cientos de mujeres por recortes en la prevención de la violencia de género, los que han condenado a la semi pobreza a 1 de cada 3 niños y a la pobreza absoluta a 1 de cada 10, los que han llenado las colas de los comedores sociales, los que con la reforma laboral nos han llevado a un estado de semi esclavitud mientras saqueaban las arcas públicas para su propio beneficio y para salvar a sus amigos los banqueros, los que nos han cerrado la boca con la ley mordaza, ahora nos piden el voto de nuevo. Y hay quién se lo va a dar.
Los otros, los de la rosa, tampoco se salvan, solo hay que mirar hacia Andalucía y ver como desde los cafelitos de Juan Guerra hasta la emperatriz Susana diciendo con toda su desvergüenza que bastante hace con acatar lo que sale del parlamento, hay años de mordidas, de robos a los parados, de fraudes, de putas y cocaína, de mentiras y de delincuencia envueltos en la bandera de la falsa izquierda, aunque a estas alturas ya hay quién se ha quitado la careta del todo, Felipe defendiendo a un genocida fascista, sugiriendo un pacto de estado con el PP y escupiendo veneno contra PODEMOS, deja claro lo que muchos aún se niegan a ver, que el PSOE desde que González tomó las riendas, ya nunca fue ni socialista ni obrero. Y aún así, se atreven a pedir el voto de izquierdas. Y muchos se lo van a dar.
La corrupción en este país está institucionalizada, estos rufianes lo han infectado todo, la política, la justicia, la prensa… no han dejado nada sin contaminar.
Vivimos envueltos por la mentira y la podredumbre, rodeados de miserables, de ladrones, de imputados, de viciosos, de manipuladores y de una repugnante jauría mediática que les protege y les defiende. Y no hacemos nada para librarnos de ellos, al contrario, vamos a dejar que sigan acaparando el poder. Ahora pretender hacernos creer, que los corruptos son unas pocas manzanas podridas, y que sacrificando a cuatro cabezas de turco, los partidos quedan limpios. Nos dicen que los responsables del expolio son ciertas personas de forma individual… MENTIRA… PP y PSOE son corruptos desde su creación, han robado desde siempre y seguirán robando pongan a quién pongan al frente. Financiarse a cargo de obras y contratos públicos ha sido desde siempre su modus operandi, por eso no vale con renovar las caras que salen en los debates, lo que hay que cambiar son las normas de este sistema que apesta y que les permite actuar con total impunidad.
Esto ya no es una cuestión de optar por un partido u otro, tanto el PP como el PSOE carecen por completo de cualquier tipo de código moral o ético. Esperar que alguno de los dos cumpla ahora, lo que no han cumplido nunca es ser un ingenuo, por no decir un gilipollas. Si queremos un país decente no nos queda otra que echarlos, hacerles pagar por todo que han hecho y por todo lo que han dejado de hacer. Y tiene que ser en las urnas, porque lo que de verdad se merecen nunca va a ocurrir.
Los únicos que podemos cambiar esto somos nosotros, ya es hora de cortar por lo sano y hacer lo que debieron hacer nuestros mayores en la falsa transición. Puedo entender el miedo que tuvieron entonces, el ruido de sables sonaba de fondo. Pero ¿Y ahora? ¿ A qué tenemos miedo? ¿Que van a quitarnos que no no hayan quitado ya?
¿Qué nos pasa? ¿En qué nos han convertido? ¿Dónde queda nuestra conciencia social, nuestra solidaridad? ¿Acaso hemos llegado a un punto en si si tenemos las lentejas de nuestros hijos aseguradas nos importa una mierda si el hijo del vecino puede comer? ¿No nos importan las injusticias, ni el dolor, ni la miseria, ni la explotación ni el hambre cuando afectan a otros? Me niego a creer eso. Y se que muchos de mis amigos pensáis como yo.
Ha llegado el momento de actuar, de perder el miedo, de acabar con un sistema que se basa en la explotación de los trabajadores, en la injusticia, en el sometimiento y en el saqueo, y que nos cuesta cada año la vida de miles de personas. El capitalismo salvaje al que nos han sometido los poderes fácticos no tiene otro objetivo que el que una minoría siga acumulando riquezas sin medida a costa del sufrimiento, el abuso y la miseria de una gran mayoría que calla y soporta. Todos sabemos que es injusto, pero no hacemos nada para cambiarlo. El tiempo de las luchas en la calle parece acabado para siempre, la ley mordaza se ha encargado de encerrar en sus casas a los pocos que se atrevían a salir. Nos quieren callados ,sumisos y acojonados. Nos imponen sacrificios para salvar al mismo sistema que nos ha llevado a esta situación. Es de locos.
Pero hay salida, PODEMOS es el último recurso de muchos para no caer en la desesperación. Tenemos que volver a unirnos por abajo, reclamar nuestros derechos y el poder que nos corresponde. Exigir que nos devuelvan el control sobre la política y las instituciones. Ha llegado la hora decisiva, no podemos esperar más. Otros cuatro años del PP o del PSOE significarían la claudicación absoluta ante la TROIKA y el sometimiento a Alemania, la pérdida definitiva del estado del bienestar y la aceptación de la esclavitud como forma de vida. No podemos dejarle un país así a nuestros hijos. Hay que levantarse, hay que reclamar el protagonismo que nos corresponde, este país es nuestro… Somos más, somos mejores.
Nos han robado, nos han mentido, nos han humillado, nos han traicionado, nos han vendido… ¿ Vas a dejar que sigan haciéndolo?
YO NO, YO VOTO A PODEMOS. YO VOTO PODER POPULAR.
Y del negro panorama nacional que cuentas lo que peor llevo es que los medios de comunicación no sean independientes y hasta donde se pueda imparciales.
Como ha dicho Aguilar, el que acaban de despedir de El País ( panfleto ) los medios están en manos de sus acreedores, pues estamos en lo de siempre, sin independencia financiera no es posible ni un atisbo de la real.
Bueno, corren vientos de cambio, veremos hasta donde.
Saludos.