Como pasa siempre que hay elecciones aunque gane uno, todos los demás no se dan por aludidos y se justifican para aparecer como ganadores, el único que reconoció que no había tenido los resultados esperados fue Pablo Iglesias.
Ha habido un ganador claro que ha sido Rajoy, seguramente debido a la fuga de votantes de Ciudadanos y al temor que habían instalado en los más vulnerables desde el propio PP y desde el PSOE, que terminó beneficiando a los populares, además que la abstención también les benefició ya que los populares tienen unos votantes muy fieles y de los más infieles algunos han vuelto.
Los máximos perdedores de estas elecciones han sido los autores de la tragicomedia de la investidura fallida. Todo el mundo se dio cuenta que lo hacían de cara a la galería ya que ni Rajoy les iba a facilitar la investidura ni una de las partes, Ciudadanos, estaba dispuesta a gobernar con Podemos. Así se vio en la reunión que tuvieron, pusieron sobre la mesa el programa económico de Ciudadanos, sabiendo que desde Podemos no se iba a aceptar, pero era lo que buscaba Rivera. Era muy difícil aceptar el programa económico que proponían, el mismo que los grandes bancos, así no se iba a ningún sitio, sólo se seguiría por el mismo camino de recortes y eso no es lo que esperaban de PSOE y Podemos sus votantes (miren el programa económico propuesto por el BBVA y compárenlo con el de Ciudadanos, verán que se parecen muchísimo). De ahí que los malos actores que hicieron ese teatro hayan sido los que más han perdido, cinco los socialistas y ocho los de la otra nueva derecha comandados por Rivera. Todos han ido a parar a la verdadera derecha, es lo que tiene querer ir todos en el mismo vagón.
A Unidos Podemos les ha jugado una mala pasada la última confluencia con IU. Aunque han mantenido los escaños no han podido ser la primera fuerza de la oposición. La suma del millón de votos de los comunistas no ha sido tal, algo que se sospechaba. En IU sólo quedaba el PCE, todos los demás socios de la antigua coalición se habían ido ya y la mayoría a Podemos, de ahí la “no suma”. La mayoría de los votantes comunistas no veían bien la unión con los de Iglesias, el mismo Cayo Lara reconoció que le iba a costar votarlos y eso que cobraba todavía del partido, imaginen a los que no percibían nada y los votaban por convencimiento. De otro lado el giro a la izquierda de Podemos hizo que muchos de sus votantes prefirieran quedarse en casa, no gustó la unión con IU por su radicalización. Ahí está la falta de votos que esperaban sumar, por mucho que busquen en otros lugares, además del miedo impuesto por los dos grandes partidos y la salida de Reino Unido de la UE que han vendido en España como una catástrofe, que no será tal, al tiempo…
Pero aún así hay una persona que no se presentaba a estas elecciones pero que ha sido la gran perdedora. Sánchez a pesar de sacar el peor resultado de la historia del PSOE ha ganado la batalla interna en su partido, ya que ha conseguido no ser superado por Podemos y quedar como el primer partido de la oposición, lo que lo afianza, aunque debe tener cuidado la entrada de Eduardo Madina de diputado y la consecución finalmente del Escaño de Patxi López hace que dos de los que podrían sucederle estén en el Congreso y, en su caso, poder hacer la oposición desde dentro de la cámara. Pero su mayor triunfo en el partido ha sido la derrota de Susana Díaz en Andalucía, la gran derrotada de estas elecciones, ya que se ha quedado sin argumentos para mostrarle a Sánchez. No puede decirle que ella gana mientras él pierde. Jugando con la suma, que tanto le gusta a ella, diciendo que el 25% de los diputados del partido son andaluces, también habría que recordarle que el 40% de los que pierden los socialistas son de las agrupación de Susana, lo que le hace perder un nuevo tren… y ya son muchos los trenes que están pasando por la puerta de San Telmo, no sabemos si será el último, pero lo que es seguro es que los andaluces tendremos que sufrir a Susana Díaz aún más tiempo.
Aún así, con tantos perdedores, sólo quedan dos soluciones. O el PSOE deja gobernar a Rajoy y los suyos, aunque sea con la trampa del diputado canario (otra obra de teatro que ahora puede convertirse en un drama de pañuelos para los socialistas). O la segunda opción que tiene Sánchez, intentar llegar a un acuerdo con Unidos Podemos y los nacionalistas (Ciudadanos bloquearía cualquier acuerdo) lo que le haría ser Presidente y ahí sí que habrá acabado con Susana, la gran perdedora de estas elecciones.
Algunas veces te toca la lotería sin jugar, otras pierdes por no jugar, así es la política.
@Sin_Voces
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