No puedo decir que me sorprenda. No puedo, porque nada que haga la derecha con objeto de destruir al enemigo puede sorprenderme. Nada de lo que haga el poder, en general, me sorprende. Y el poder, hoy por hoy, no sólo en España, sino en occidente, lo ostenta la derecha.
Lo ostenta, en el caso de nuestro país con el beneplácito de los que se autodenominan social demócratas. Una pandilla de aburguesados que, con tal de mantener su status, son capaces de lo que sea. Así, han traicionado a su electorado, a sus simpatizantes y a su militancia. Sin despeinarse. Una de las pruebas es esa fórmula de voto tan retorcida “por imperativo”. ¿Nos toman por idiotas? ¿Qué hacen en la política cuando no son capaces de expresar su propia voluntad? ¿Si no son capaces de expresar aquello en lo que creen, quieren convencernos de que van a representar aquello en lo que creen los que han depositado en ellos la confianza? ¿Por imperativo? ¿Les han puesto un cuchillo en la garganta, una pistola en el pecho, como para no votar de acuerdo a sus propios pensamientos y sentimientos? Lo han dejado claro. Meridianamente claro. No se trata de defender ideas. No se trata de defender un pensamiento. No se trata de representar a un movimiento ciudadano. Se trata de defender un modus vivendi, un empleo. Lo más digno sería votar de acuerdo al mandato de aquellos a los que has votado. Votar aquello a lo que te comprometiste, que gritaste hasta la extenuación en los mítines de campaña. Lo menos digno es irse. Lo indigno, abstenerse. Quedará para la historia. Quedaréis para la historia.
Pero no ha sido suficiente con arrastrar el socialismo por el fango, con levantar, incluso con orgullo, el estandarte de la mentira, con sostener altivamente la bandera de la traición.
No ha sido suficiente con avergonzar a millones de personas que se creyeron lo del “No es No”. La indecencia no tiene límites, y ahora se arremete contra Ramón Espinar, haciendo de un suceso doméstico, legal y honrado, un escándalo. El grupo PRISA, liderado por los “españoles muy españoles” que se llevan el dinero a paraísos fiscales, tratando de repartir moralina, dibujando con su endiablado lápiz de la ignominia, un suceso intrascendente, como la más obscena y horrible de las monstruosidades.
[Tweet theme=»tweet-box-normal-blue»]Arrastrar el socialismo por el fango, con levantar el estandarte de la mentira, sostener la bandera de la traición.[/Tweet]
¡Sois cochambre! Sois las agrietadas y viejas manos de lo que lucha contra una muerte certera y próxima. Sois el paradigma del fracaso de un modelo político. Sois una formación política decadente, la historia de un ayer que nunca va a poder ser un nuevo mañana. Sois la encarnación de la vergüenza y la zafiedad.
Estáis podridos, y pudrís todo lo que tocan vuestras podridas manos.
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