El debate a cuatro fue un auténtico coñazo. Lo sé, estas no son palabras que se deban escribir en ningún artículo de opinión que se precie, pero como no soy periodista, ni analista política, ni tengo intención de llegar a serlo jamás, escribiré, como siempre, lo que me dé la gana.
Ya sabemos que no se le puede pedir demasiado a ningún evento que organice la trasnochada Academia de Televisión, así, que aparte de afirmar que me pareció antiguo, encorsetado, falto de ritmo, aburrido y hasta un poco cutre no les voy a hacer ninguna crítica.
Lo que más interesaba del debate, era saber si los candidatos explicarían con claridad las posiciones que piensan tomar una vez pasen las elecciones, o más concretamente, si Pedro Sánchez iba a hacerlo.
Mariano mantuvo su apuesta por la gran coalición, no le queda otra si quiere gobernar. Rivera vino a decir que apoyaría a la mona Chita siempre que sirva para mantener el status quo, que para eso le pagan, y Pablo confirmó lo que ya sabemos, quiere pactar con el PSOE sin la derecha económica de Ciudadanos imponiendo sus condiciones. A todo esto, Pedro silbaba mirando al techo.
Rajoy no dijo nada nuevo, defendió el bipartidismo que les sirve para mantener sus privilegios y ocultar la putrefacción del sistema, se escudó en la herencia recibida, nos contó lo bien que va el país y lo bueno que es para todos que los trabajadores tengamos contratos de mierda y sueldos de miseria mientras los ricos ganan cada vez más dinero. Negó que hayamos pedido ningún rescate financiero y poco le faltó para decir que deberíamos de dar gracias de tener en el gobierno a un partido acusado de organización criminal. No dijo ni una verdad, y aún así, se escapó vivo.
Lo de Sánchez fue de pena…Pablo no me dejó gobernar, si Pablo hubiese querido tendríamos un presidente socialista, por culpa de Pablo no puedo aplicar las medidas que llevaba en el programa, Pablo me dijo que no, Pablo no quiso apoyar al PSOE, Pablo, Pablo, Pablo, Pablo…Su debate era contra Podemos hasta tal punto, que se puso en ridículo al comparar las puertas giratorias que prostituyen y comprometen las decisiones de los políticos en activo, con la beca de Errejón y el inexistente caso Monedero. El momento ¨poca vergüenza¨de su intervención fue cuando dijo que no se podía permitir que un país sufra pobreza infantil. Una pena que nadie le recordara que en Andalucía, el PSOE nos ha llevado a que el 51% de la infancia se encuentre en esa situación, y que no encuentran la forma de solucionarlo.
Lo de Rivera fue hasta cómico, después de que Iglesias lo dejara medio KO diciéndole que no era más que una copia del PP y que prefería debatir con el original, tardó en rato en recuperarse. Y más le valdría no haberlo hecho. Al más puro estilo pantuflo se dedicó a mentir, difamar y a sacar cartelitos, llegó a decir tanto en el debate como en declaraciones posteriores que Podemos lleva en su programa la salida del euro y alguna barbaridad más. Parecía poseído por el espíritu maligno de Eduardo Inda. Habló de Venezuela, de Grecia y no dijo nada de Corea del Norte porque no le dio tiempo. Muy desesperado le veo, igual se huele que sus financiadores en vista de sus pobres resultados están pensando mandarlo de vuelta a Cataluña, es lo que tiene ser un mercenario.
De Pablo no diré mucho. No soy neutral ni pretendo serlo, mi voto lo tenía antes del debate y lo tendrá mientras considere que son la única alternativa decente que tiene este país. Creo que transmitió bien la idea sobre la que va a girar la campaña de Podemos. Hay dos opciones, o gobiernan las derechas al servicio de las oligarquías de siempre, o se toma el camino del cambio y le devolvemos las instituciones a la gente. Es el PSOE quien debe decidir de qué lado está.
Me tenéis que perdonar si trato aparte un tema de vital importancia para mi. A la violencia de género apenas se le dedicó tiempo. Parece que más de veinte mujeres asesinadas en lo que va de año no son lo suficientemente importantes como para extenderse en demasiadas explicaciones. Tres veces Ana Blanco insistió en que se hablase sobre ello, Iglesias y Sánchez respondieron, Rajoy y Rivera no aclararon nada escudándose en la falta de tiempo. Desprecio absoluto de la derecha rancia a las víctimas de la violencia machista.
Las cartas están sobre la mesa, más que por el debate, por lo que cada uno de ellos hizo tras las anteriores elecciones. No me interesa en absoluto lo que pretenda hacer la derecha reaccionaria, lo único que quiero saber son las intenciones de la ¨presunta¨ izquierda del PSOE, y mucho me temo que pese a su falso discurso social, los antecedentes y sus acciones nos lo han dejado todo muy claro. Si queremos un gobierno de izquierdas para este país, más nos vale que Podemos quede por encima del PSOE. Sólo así, podrían entender que se están equivocando de enemigo y quizá, sólo quizá, habría una posibilidad de tener un gobierno por y para el pueblo.
No se puede tener un discurso de izquierdas y pactar con la derecha, no se puede decir que se está con la gente y estar con los banqueros, no se puede decir que se es obrero y apoyar a los grandes empresarios, no se puede decir que se es republicano de corazón y blindar los privilegios de la corona. No se puede ser el PSOE y querer gobernar con Ciudadanos. Lo que demuestra lo que somos, son nuestras acciones.
Tus actos gritan tan alto, que no me permiten escuchar tus palabras.
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