Llevo unos cuantos días sin escribir nada, porque me había propuesto para este año relajarme un poco y disfrutar más de lo bueno que tiene la vida y dejar a un lado la cosas que nos inundan día tras día de malos pensamientos.
Una cosa es intentarlo y otra bien distinta es conseguirlo. Pero bueno. Es lo que tiene tener una mente inquieta y unas ganas enormes de ver un cambio de rumbo en un país pintado de color azul, pero de un azul ennegrecido. Vamos, una mezcla de colores, entre azul, naranja, y un poco de rojo desteñido, que si bien por separados son atractivos, juntos no hay nadie que los pueda soportar para crear algo.
Algo que a más de uno les llena la boca diciendo que la gran coalición solo trae estabilidad, progreso y un país moderno con una visión única, un país que es la locomotora de Europa, que crece más que nadie, que da oportunidades a todos los que quieren integrar una forma moderna y europea de firmar un país de futuro. Un país lleno de estabilidad, de Educación a la vanguardia de Europa, de una Sanidad que es la envidia de Europa, de un nivel único hasta de corrupción. Que envidia, verdad.
Bueno pues ese país tan maravilloso que se imaginan algunos, sobre todo, políticos, economistas y periodistas, no se sabe ni en qué continente está situado, ni a qué planeta se refiere, ni a qué constelación pertenece, porque desde luego que en el que yo vivo no es.
Porque si se viese que los pobres son menos pobres, aunque los ricos fuesen más ricos, supongo que a la mayoría de pobres nos daría lo mismo.
Porque si se viese que a los pobres no se le corta la luz, para que las empresas del poder oligárquico sigan manteniendo su nivel de enchufismo, al pobre y digno no le molestaría tanto. Cosa que no se ve.
Porque si se viese un aumento de mejoras en la sanidad, que los enfermos no se amontonan en los pasillos de los hospitales, que no les quieren mantener el copago farmacéutico, que los médicos no tienen que hacer de médicos-dobles, los pobres serían más felices. Y los mayores también.
Porque si se viese un aumento de mejoras en las oportunidades de trabajo, en la mejora de la calidad del empleo, que los contratos son de tranquilidad porque dan estabilidad, que la empresas que también son vapuleadas por la gran coalición, pudiesen subir la salarios, los pobres y los trabajadores serían agradecidos con los gobernantes. Cosa que no se ve.
En general, que si viésemos a los políticos corruptos desfilar por los juzgados, como cualquier ciudadano que haya burlado las leyes en cualquier ámbito, asumiendo la culpa de sus malas prácticas, el ciudadano humilde, pobre aunque digno, se sentiría más representado. Cosa que no se ve.
Me cuesta reconocer ese país que nos quieren pintar los de los diferentes colores, tanto los azules, como los naranjas, y aún menos si cabe porque no era de esperar, bueno si, los del rojo desteñido.
Si alguien digno, pobre o rico, reconoce el país en el que vive que me lo haga saber que yo me bajo de este barco, porque no es el que nos quieren vender.
Salud y República.
Paco Bardes Panyagua
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