Para visibilizar el problema del acoso escolar, la cadena de TV, Cuatro, en junio del 2016, quiso emitir un programa con el título de «Proyecto Bullying», presentado por Jesús Vázquez. Fue prohibido por las objeciones de la Fiscalía de Menores de varias ciudades. Por fin, en febrero de 2017, se logra superar todas las complicaciones legales, censuras y respetando la normativa exigida, se pudo emitir el programa.
Son cuatro relatos que la cadena difunde con la frase: ‘Se buscan valientes’. Después de ver los programas, es evidente que son personas que viven situaciones desesperadas, con historias muy duras y más frecuentes de lo que imaginamos. En la introducción de las cuatro entregas se dan explicaciones para situar al espectador. En cada una, insisten en consejos y mensajes claros para los afectados.
El resultado es que los protagonistas, con ayuda, logran cambiar sus vidas a mejor. Se sienten integrados, felices, acompañados, aceptados por compañeros o por otras personas que han vivido o viven situaciones similares. ¡Eso es muy positivo! Queda un largo camino para que “¡uno de cada cuatro alumnos!” que, en España, siguen siendo acosados dejen de serlo. Para lograrlo es necesario que todos aquellos que acosan no “quieran” seguir “acosando”.
Cuatro historias para ayudar a reflexionar con mayor perspectiva y objetividad. Es lícito no querer buscar culpables. Al disponer de buenos recursos, como el programa con un presentador muy conocido, con ayuda de otras personas famosas, psicólogos que tratan el tema, asociaciones, resulta más sencillo poder encontrar soluciones. Hay demasiados casos sin todo ese capital humano que, en su día a día tan sólo encuentran indiferencia, silencio, miradas que se apartan. No únicamente de compañeros sino de adultos, de instituciones, los propios centros escolares, que son, ¡o deben ser!, los responsables de evitar situaciones de abusos y proteger a las personas más vulnerables. Cuando una persona sufre acoso durante tiempo prolongado, se siente en inferioridad de condiciones con, prácticamente, todo el que le rodea. No se percibe arropada, ayudada, acompañada. Pedirles que sean valientes y asuman las frases que se van repitiendo en los programas, es más que complicado y difícil. Puede resultar peor: la posibilidad de lograr el efecto contrario si la víctima, encima, se siente incapaz de poner en práctica esas tácticas.
No hay espacios televisivos donde los afectados puedan acudir o recurrir a las ayudas, que sí existen, pero que no siempre resulta fácil ni asequible. Es necesario plantear estrategias alternativas más próximas, accesibles, que, realmente, ayuden a todos los perjudicados por el fenómeno bullying. Hemos de ser conscientes de que en la sociedad se repiten patrones de conducta. El ejemplo, bueno o malo, es el que define las actuaciones presentes y futuras. Los niños y jóvenes son los colectivos más susceptibles a emular situaciones agresivas. Repiten pautas sin cuestionarse si tendrán buenos o malos efectos; si serán correctas o incorrectas, positivas o negativas para otros, incluso, para ellos mismos.
El “acoso escolar” es un problema bien conocido por todos los centros educativos. Para lograr mejoras, una opción es la asignatura “Ciudadanía”. Ofrece recursos a través de la práctica, de la “escucha”, en la que se han de implicar todos los alumnos y docentes. Fomenta crear consciencia de situaciones complejas, duras, difíciles de gestionar, tanto del día a día de los alumnos como de sucesos que ocurren en la vida. Eso ayuda a comprender que hay situaciones intolerables, que no se han de provocar, alentar, seguir, aunque sean de hábitos de algunos grupos influyentes. La asignatura busca aceptar, interiorizar, asumir, empatizar, la «corresponsabilidad social» como valores positivos para todos.
Para concluir, pienso que es importarte recordar una de las frases que dice Jesús Vázquez: “La mejor manera para evitar el bullying es no seguir al que lo hace, si se ve solo dejará de hacerlo”. Ello sólo se puede lograr con el compromiso y una gran implicación, del máximo número de adultos responsables, instituciones, centros escolares, administraciones. Crear más asociaciones o promocionar las que hay. También con programas de televisión, charlas, actos, asignaturas… con los objetivos de aprender a escuchar, comprender, asumir responsabilidades, sensibilizar, optimizar la empatía.
Es fundamentar buscar y encontrar la raíz del problema para poder, así, ¡erradicarlo!
“Es fundamentar buscar y encontrar la raíz del problema para poder, así, ¡erradicarlo!”. refiriéndose al problema del bullying. Pero yo lo aplicaría a todo lo que está ocurriendo en esta sociedad ya que mi opinión es que todo está relacionado. ¿O no está relacionado el bullying con el terrorismo yihadista por poner un ejemplo? Yo creo que sí.
Para mí estamos inmersos en una sociedad con un sistema monstruoso dirigida y gestionada por auténticos monstruos en la gran mayoría de los países de este planeta. Y esto creo que nos acerca a esa raíz. ¿Qué diferencia hay entre la gran mayoría de los que, de una manera o de otra, gobiernan el mundo y los asesinos terroristas que provocan atentados, que matan, hieren y atemorizan a personas, muchas de ellas inocentes? Quizá en su aspecto externo o en que los unos no se disfrazan e incluso se auto inmolan y los otros se disfrazan de protectores de la humanidad y por supuestos no ponen en peligro, ni un ápice, su propia vida. Ambos desprecian las vidas de las personas, los terroristas incluso la propia, aunque se mueven por distintos motivos ideológicos al servicio, en una mayoría, de un dios, dentro de una supuesta religión, que les va a redimir y darles la felicidad en el otro mundo, y los otros, los gobernantes, en otro dios, llamado dinero que presuponen les va a proporcionar la felicidad en este.
Y ¿Qué nos pasa a la inmensa mayoría de las personas que sufrimos el ataque despiadado de los unos y los otros convirtiéndonos en víctimas? Que no entendemos nada que nos creemos que los unos son los malos y los otros los buenos. No nos damos cuentas que ambos están enfermos, están locos y nos están contagiando su locura y hasta los niños influidos por esa enfermedad se atacan los unos a los otros.
felixramon.
Gracias por dejar tu comentario.
Con mis escritos, intento que se vaya desarrollando la capacidad de reflexión, de autocrítica, y poder dar rienda suelta al pensamiento crítico y no a la crítica destructiva.
Si somos capaces de indagar en la raíz de un problema como éste. Darnos cuenta que las cosas no son como nos las cuentan, ni nos dejamos convencer de castigar a unos sin saber qué ha pasado, qué está pasando para que actúen así. Toda la reflexión que has plasmado irá teniendo cabida en muchas personas que antes se quedaban el la superficie.
Poco a poco se ha de ir despertando la mente de la gente, para poder cambiar las cosas y no dejar que otros decidan por todos, pues se limitan a reformar para maquillar la realidad.
Un saludo.