El 18 de julio de 1936 fue quizá la fecha más negra de la historia reciente de este país. Un grupo de militares golpistas se alzaron contra el legítimo gobierno de la República y provocaron una guerra terrible y fratricida que nos llevó a cuarenta años de sangrienta dictadura. Cientos de miles de españoles murieron en la contienda y otros muchos en la ¨depuración¨ salvaje que hicieron los vencedores.
No voy a escribir sobre la guerra, como en todas, hubo crímenes y comportamientos deleznables en ambos bandos, aunque a pesar de lo que algunos se empeñan en contarnos, no fueron equiparables ni en número ni en crueldad, sin olvidar que unos defendían la legalidad y otros luchaban contra ella. Pero en esta ocasión pretendo escribir sobre lo que ha ocurrido después, sobre las consecuencias que todavía colean de aquel exterminio.
En unas declaraciones infames, en un panfleto infame, el nieto del dictador asesino nos dice que su abuelo lloró por lo que la guerra había significado para España, y que si hubiese conocido su alcance jamás habría participado en el golpe. Algo difícil de creer, puesto que en los años siguientes a su toma de poder cometió contra los españoles un auténtico holocausto.
La más terrible consecuencia de la guerra comenzó en 1939. Las persecuciones, las desapariciones, los crímenes, las torturas y las violaciones de toda clase de DDHH se prolongaron hasta el final del franquismo. El genocidio y las atrocidades cometidas por Franco no tienen equivalente en duración en toda Europa. Fueron 40 años de represión y terror, ningún asesino ha durado tanto tiempo en el poder en este continente, y sobre todo, ninguno ha muerto en la cama, ni impuso a su sucesor, ni sigue recibiendo honores. Ninguno tiene una tumba majestuosa donde acude a rezar todo un Ministro de Interior.
Nadie ha pagado por todo aquel horror. Demos las gracias a los ¨héroes¨ del 78. Las élites de la dictadura y los que deberían haber exigido reparación y justicia se sentaron a negociar una verdadera rendición. Unos querían conservar el poder y los privilegios a cambio de abrir un poquito la mano, los otros estaban hartos de perder y su único objetivo era posicionarse para algún día conseguir ese mismo status. Había mucho dinero que ganar y se podía repartir el pastel. Nos vendieron, traicionaron la memoria de los que lucharon, de los oprimidos, de los asesinados y ahora todos ellos forman parte del mismo sistema envilecido desde el origen.
Lo más incomprensible, es que el franquismo sociológico ha llegado a nuestros días, y con la aquiescencia del pueblo español.
El partido que nos gobierna tiene su origen en varios ministros franquistas. Los mismos que estaban a con Franco mientras firmaba penas de muerte fundaron lo que hoy es el PP. Y aunque sea inexplicable, siguen ganando elecciones. A pesar de eso, de estar imputado por corrupción, de habernos robado hasta llevarnos a la ruina, de recortarnos derechos y libertades como nunca se ha hecho en toda la democracia, los españoles les siguen votando. Y mucha culpa de ello la tienen los que en su momento les aceptaron como demócratas, los que nos han contado lo generosos que fueron a la hora de pactar aquella ¨transacción¨, los que tragaron con todo, los que lo perdonaron todo, con el único fin de llegar a ser como ellos.
El PP se sostiene gracias a tanto franquista anclado en el pasado y a esa ¨izquierda¨ complaciente que tiene un discurso en la oposición y otro en el poder. Cuando Mariano Rajoy habla de la mayoría silenciosa, se refiere a los votantes de esas opciones, la que impone y la que consiente. Esos que sienten vergüenza de reconocer a quién votan y mienten en las encuestas.
Hemos tenido en la mano cambiar de verdad este pútrido sistema, el que defienden desde los multimillonarios medios de comunicación, desde grupos como Prisa, dirigido por el hijo de un franquista, desde la TV de la iglesia o desde periódicos mantenidos con dinero de todos como La Razón, el ABC o El Mundo. Hemos podido recuperar las instituciones para el pueblo y regenerar la vida pública y nos ha dado miedo. El franquismo sociológico ha vuelto a vencer. Pero es sólo una batalla, probablemente la última. Ahora estamos ahí, tenemos voz, gente que de verdad nos representa y que va a sacar la cara por nosotros y va a defender nuestros derechos durante la próxima legislatura. Esta vez, algo sí ha cambiado cambiado. Esta vez, yo sí confío.
ESTA VEZ NO VAN A GANAR LA GUERRA.
Franco hizo su trabajo en la posguerra, sólo quedaron los suyos y los cobardes que se difuminaron. Hay que concluir que los españoles son de derechas aunque muchos no lo saben.
Franco murió antes de que la mayoría de los que estamos aquí hubiera nacido, así que pocos podrán hablar sobre lo vivido en sus carnes.
Leo tu artículo y da la impresión que vivimos en un país sin libertades y anclado en el pasado cuando este país ha dado un vuelco espectacular en un tiempo sorprendente mente corto. Ese país del que hablas no se donde está más allá que en tu imaginación.
Decir que al PP solo le votan los abuelos franquistas es no tener ni idea de lo que se habla.
Tu análisis de la izquierda actual demuestra una falta de objetividad preocupante. Llena de corrupción hasta la médula, totalmente desunida, coqueteando con todo tipo de extremistas y sin ningún rumbo claro más allá de la destrucción de lo poco que se ha avanzado en España. Esas son las razones por las que la izquierda no avanza en España a pesar de controlar la inmensa mayoría de los medios de comunicación.
Esa libertad que tenemos ha permitido que esa izquierda haya controlado la educación de este país desde Franco. Su único esfuerzo ha sido el de tratar de conseguir más y más adeptos entre los jóvenes sin importar deteriorar sus oportunidades de un futuro mejor. Triste.
¿Cuando seremos capaces de enterrar el pasado? cierto que en la transición del 78 se cerro en falso deberían a ver leído a Benito Pérez Galdós, cierto también que hubo más bien una amnistía para aquellos que pudieran ser perseguidos la izquierda que aún algunos viven en el XIX nos lo recuerda constantemente incluidas la TV (1 y 2) cierto también que la derecha nos recuerda aquel desgraciado y vergonzante pasado, ahí tenemos las arengas del en San Jeronimo del pasado 18 Julio.
Más o menos casi estaba olvidado el asunto hasta que llega ZP y nos mete la Memoria Histórica que no digo haya razón ni mucho menos pero ya esta bien tanta arenga de unos y otros.
Tengo 63 años fui emigrante durante 27 años en mi familia de nueve herman@s después de la guerra quedaron vivos seis unos rojos y dos azules murieron sin reconciliarse. ¿Que os parece?.
También sabemos que aquí las leyes se las pasan por el forro pero bueno quizás sería el momento de hacer una nueva ley la del «olvido» y se prohibiera cualquier exaltación por cualquier medio a la izquierda y derecha ¿que coño pinta una estatua de Lenin en la UCM? tan repugnante es como aquellas del Caudillo que se derribaron.
Francia enterró el pasado de León Blom y su gobierno de Vichy, Alemania su pasado Nazi y hasta durante un tiempo el PC estuvo prohibido, los yankis su secesión…joder!!! y nosotros aquí nuestra izquierda que «necesita mejorar» ahí los tenemos, ¿a quién coño interesa mantener vivo el puto pasado?. Cuando casi todos de aquellos tiempos están criando malvas.
El primero confunde el olvido con acallar las voces.
El segundo dice que el país ha dado un vuelco con la democracia pero nació después de morir Franco…
Cuanto nos queda por andar….