Cuando tenemos un gobierno de la derecha más rancia, herederos de aquel que dijo aquello de que todo se quedaba «atado y bien atado», que gobierna a su antojo, que no tiene el más mínimo pudor en modificar las leyes en su beneficio; aupado al poder por un partido de repelentes camisas naranjas y una oposición socialista vendida que solo piensa en como recuperar un espacio que ellos mismos con sus traiciones han hundido; pasa lo que tenía que pasar.
Cuando hemos tragado con una monarquía de seres inútiles que solo se mueven a golpe de protocolo y que desprecian al pueblo; pasa lo que tenía que pasar.
Cuando tenemos unos ciudadanos que no hemos sido capaces de reaccionar a la primera mentira, ni de controlar a los que les entregábamos el voto y de permitir que en nuestro nombre se hayan cometido toda la serie de abusos que se han cometido en este país; pasa lo que tenía que pasar.
Y lo que tenía que pasar no es otra cosa que la profunda podredumbre que existe en esta país llamado España donde los ladrones que se mueven en coches oficiales con escolta salen indemnes de todos los desmanes de los que se les acusa.
Lo que está pasando con la justicia en nuestro país no es otra cosa que la consecuencia de no haber extirpado de raíz el cáncer del fascismo de las instituciones, haberse conformado con un lavado de cara que no ha hecho otra cosa más que retrasar la vuelta a las instituciones de los mismos elementos que reinaban en ellas a la muerte de Franco.
¿De que nos sirve que cacareen la independencia del poder judicial, cuando es el gobierno el que nombra al Fiscal General del Estado y este tiene la potestad de mover a los fiscales a su antojo, como si fuesen peones de ajedrez según les vaya desarrollando la partida?
La Justicia en España no es ciega, la justicia en España tiene un parche de pirata con el ojo derecho al descubierto para reconocer a los que no hay que castigar, a los suyos.
¿De que nos sirve gastarnos lo que cuestan los juicios, las investigaciones y toda la parafernalia que llevan acarreados, para que luego los verdaderos delincuentes se vayan de rositas a Suiza ó se paseen libremente por las calles de Madrid, riéndose de todos nosotros?
¿Hasta cuando vamos a esperar para darnos cuenta de que todo esto es un teatro, es una gran mentira y que lo único que buscan es perpetuarse en el poder al amparo de la Democracia?
Y me pregunto ¿donde están nuestros líderes de la izquierda real, no de la vendida?, ¿que hacen que no nos llaman a salir a la calle a desmantelarles el teatro y luchar por defender nuestros derechos? ¿Acaso se está más cómodo en un escaño en el parlamento que en la calle con la gente a los que tienen la obligación de defender, o acaso están lamiéndose las heridas unos y otros dándose un baño de multitudes mientras ante nuestros ojos la derecha se mea en las instituciones, se mea en nuestro futuro, nos empobrece y nos siguen mintiendo?
Son demasiadas preguntas y muy pocas las respuestas; verdad, solo una y fueron palabras vomitadas por la boca de un asesino «todo atado y bien atado»
Me identifico desde el principio al fin del articulo y de verdad hace tiempo hecho de menos una llamada a salir y tomar las calles. Ya está bien de tanta tomadura de pelo.