Según la RAE: “empatía” es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro; hablando claro y llanamente: es ponerse en el lugar del otro. ¿Por qué defino esto? Porque viendo todos los acontecimientos de éstos últimos días me preocupa y mucho la mentalidad de millones de personas.
Podríamos decir que lo poco que llevamos de éste año ha sido muy desgraciado en cuanto a atentados, permítanme recordarles algunos de los más conocidos con el número de fallecidos en cada uno:
- 11 personas fallecidas tras el ataque en la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo en Francia.
- 25 personas fallecidas en el asalto al Museo Nacional del Bardo en Túnez.
- 150 personas fallecidas en el accidente aéreo de Germanwings en los Alpes Franceses.
- 147 personas fallecidas en el ataque en la Universidad de Garissa en Kenia.
¿Qué pasa con éste último? Apostaría lo que sea a que hay mucha gente que lo desconoce, o lo que es peor, que les da igual; digo esto porque vivimos en una sociedad muy unida a las redes sociales que son una gran herramienta para mantenernos informados de lo que pasa en el mundo pero que también sirven para demostrarnos en qué clase de mundo vivimos.
Cuando a principios de 2015 sucedió el ataque en Charlie Hebdo, internet y los medios de comunicación tanto los televisivos, como la prensa escrita “se inundaron” de mensajes de apoyo a las familias de los fallecidos, a sus amigos, a Francia en general. Desde el instante que se supo la noticia en Twitter se creó el hashtag #JeSuisCharlie donde millones de internautas de todo el mundo lloraban este terrible suceso. Lo mismo pasó con el accidente aéreo, de nuevo otra noticia que conmocionaba a miles de personas y que no tardaron en mostrar todo su apoyo con diversos Trending Topics como #Germanwings #Accidenteaéreo… yo misma fui una de esas tantas que mostraron en las redes la pena y el impacto que me provocaron éstos atentados.
Todos los que hicimos eso, lo hicimos llevados a cabo por la empatía, cuando ocurren éstas cosas irremediablemente nos ponemos en el lugar de esos familiares rotos de dolor y no podemos evitar que nos golpee la tristeza; a mí se me han escapado lágrimas pensando en cómo se tienen que sentir la gente cercana a los fallecidos y sé que a muchos le ha pasado lo mismo. ¡Que rabia dan masacres! Pero hay otra cosa que me da mucha rabia y es esa empatía selectiva que nombraba en el título de éste artículo ¿se han parado en pensar en las 147 familias de los estudiantes asesinados en Kenia? ¿Qué está pasando con ésta sociedad? ¿Acaso las personas del Tercer Mundo no son personas? ¿Acaso ellos no tienen sentimientos?
Por éste asesinato en masa ni si quiera en los telediarios he visto que se le dé tanta importancia, lo transmiten como si fuera una noticia más, creo que son los propios medios los que nos están deshumanizando y los espectadores como bobos miramos esa caja tonta sin darnos cuenta de lo que nos está haciendo. Quizás sea ésta una de las razones por la que Facebook o Twitter no se llenan de mensajes lamentando lo ocurrido, pero quizás sea la culpa de una mente hipócrita que solo se activa afectivamente si suceden cosas en nuestra propia comunidad.
Sinceramente creo que es vergonzoso el hecho de que si no hay en esos ataques alguna persona a la que el destino le dio la gran fortuna de vivir en el primer mundo, no se llore su pérdida de la misma manera. Con éstas palabras sólo quiero que piensen y se den cuenta que todas las personas de éste mundo tienen sentimientos, ya sean ricos o pobres, blancos o negros, sean de la religión que sean… espero y deseo que esta Empatía Selectiva se acabe algún día.
Dicho esto, lo último que me gustaría decir es…#JeSuisGarissa #JeSuisKenia
Artículo de @sofiabarriosd para Alcantarilla Social
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