Los problemas económicos ya sean a nivel internacional, nacional o individual están cada vez más presentes en el día a día de las personas.
Pero es lamentable que cuando se trata de economía, suele ser tratada con un alto grado de opacidad, y en esto no ayudan en nada los medios de comunicación, lo cuales, utilizan un vocabulario altamente complejo cuando tratan estos temas. Probablemente con intención de que las personas se desentiendan y dejen en manos de una minoría las decisiones en política económica, decisiones que acaban perjudicando mayoritariamente a la clase trabajadora en beneficio de la clase capitalista.
Hay algo que se suele dar con cierta frecuencia, y es que cuando le pregunto a un familiar o amigo que quién creen que tiene el poder en nuestra sociedad, las respuestas no suelen ir muy desencaminadas, señalando mayormente a los bancos y las grandes empresas. Esto se explica muy bien en el trabajo de Sebastián Lavazzolo (doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Nueva York), «Poder político frente a poder económico. Percepciones sobre el poder en España» (si queréis profundizar más, podéis buscarlo en Google), en el cuál, se recoge que un 31,6% de la población cree que los bancos ostenta el poder, habiendo sido la opción más respondida, y en el caso de las grandes empresas un 15,1% de las personas encuestadas consideraba que ostenta el poder. Casi la mitad de la población entre ambos. Estos datos no son de extrañar dadas las continuas muestras de servidumbre por parte de nuestros gobiernos hacia estos poderes fácticos.
Pero lo cierto es que aunque incluso cuando los ciudadanos saben quienes suelen ostentar el poder, la realidad es que las personas no suelen entender cómo consiguen los bancos ostentar tal poder. Incluso me atrevería a decir que no somos capaces de imaginar la influencia que pueden tener hoy en día los banqueros sobre nuestra sociedad. Y los bancos se aprovechan de este desconocimiento y su influencia sobre las autoridades políticas para engañar a miles de personas con productos fraudulentos como puede ser las conocidas preferentes.
Hay algo que no debemos obviar y es que las grandes empresas dedican mucho dinero para invertir en publicidad, esto crea una dependencia en los medios de comunicación sobre dicha financiación, por lo que se entiende que estos medios no van a criticar a las grandes empresas («no muerdas la mano que te da de comer»). En algunos casos, incluso forman parte del accionariado de los mismos o están subordinados a una deuda contraída. Dado lo anterior, se entiende la inexistencia de un espíritu crítico hacia esas corporaciones, formando parte de lo que se suele llamar la fabricación del consenso.
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Pero volviendo a lo anterior, ¿De donde procede ese gran poder que tiene la banca? Pues antes de empezar, decir que hay que entender que la banca es un tipo de negocio cuya naturaleza es diferente a cualquier otro tipo de negocio. Podríamos decir que la banca tiene la capacidad generar dinero bancario (no es el dinero de papel y moneda que todos conocemos) y esto lo hace cada vez que concede un crédito a cualquier persona.
Entiendo que esto pueda chocar a muchas personas, pero es algo que hay que entender. El crédito que nos conceden los bancos no procede de los depósitos de las personas, sino todo lo contrario, un depósito se crea una vez concedido el crédito, y a su vez, es en ese momento cuando se crea el conocido dinero bancario (anotaciones en las cuentas de los bancos), por lo que podríamos decir de una manera simplista que «ese dinero se crea de la nada», aunque realmente lo está creando con la complicidad del Banco Central Europeo (BCE).
Por lo tanto, este sistema es una autentica máquina de generar deuda, y que está bajo control del sistema financiero, cuyo principal negocio es beneficiarse a través de los intereses de esa deuda. Y teniendo en cuenta que el BCE tiene prohibido la financiación del gasto público, a nuestra sociedad no le queda otra que hacerle el juego a la banca.
Hay una frase que se le suele atribuir a Eduardo Galeano, aunque no estoy seguro de ello, pero que me gustaría utilizar para terminar este artículo, que viene a decir lo siguiente «Hoy en día se nos enseña en el colegio lo que es la calcopirita, pero seguramente la mayoría de nosotros nunca veremos una, en cambio, no se nos enseña lo que es el dinero y lo vemos todos los días».
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