¡Shoraya, no nosh represhentan!

No nos representan. Así deben sentirse los miembros del gobierno en funciones que hoy gobierna esta nuestra España. Solo les falta convocar una concentración con pancartas y cantando: ¡que no, que no, que no nos representan! Y esto porque resulta que este gobierno en funciones, ha decidido no comparecer en el Congreso de los Diputados antes del Consejo Europeo en relación al acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, en el que entre otros, también se tratará como vulnerar los derechos humanos de los refugiados sirios sin que parezca que se están vulnerando, o dándole un aura legal a conveniencia de los poderes que hoy le pisan el cuello a gran parte de su pueblo, cuando no al resto del mundo.

En este sentido, el pasado día 10 de marzo el Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes en funciones, José Luis Ayllón, compareció en rueda de prensa y dijo lo siguiente quedándose después, más ancho que largo: “el gobierno en funciones no podemos ni debemos someternos a las iniciativas de control presentadas por una cámara que como ustedes saben, no ha otorgado la confianza al actual gobierno en funciones”.

Pues bien, acogiéndonos a esa afirmación, debemos entender que claro, que como el gobierno en funciones no ha sido objeto de la confianza de la cámara baja, pues resulta evidente que puede hacer lo que quiera sin control alguno; vamos, lo normal. Por otro lado, que en el caso de que sí hubiera obtenido esa confianza, pues también podría hacer lo que le viniese en gana, que para eso tiene la confianza del Congreso de los Diputados ¿no? digo yo vamos. Si es que no nos enteramos, somos unos inútiles como el resto de formaciones políticas que como poco, están absortas ante semejante desvergüenza del actual gobierno en funciones, hasta el punto de estar considerando llevar al gobierno en funciones al Tribunal Constitucional por este asunto.

Lo que no se le puede negar al Sr. Ayllón, es el gran peso argumentativo de sus palabras para justificar que el gobierno en funciones no se someta al control parlamentario de la cámara baja. Pues como ya hemos dicho, si el gobierno en funciones no tiene la confianza de la cámara, ¿para qué se va a someter a su control? ¿verdad? Y por otro lado, si tuviera la confianza de la cámara, pues tampoco, ¿para qué, si ya tiene la confianza verdad? Argumentos de peso y de un sentido común abrumador. Por favor, un aplauso para el Sr. Ayllón.

Y es que resulta que el presidente del gobierno en funciones se reunía este pasado jueves 17 de marzo en el Consejo Europeo, para defender en relación al tratado de la Unión Europea con Turquía, una posición totalmente contraria al ánimo de la inmensa mayoría de la cámara baja (227 diputados están en contra del acuerdo), exceptuando, claro está, a sus secuaces, que son los únicos que apoyan lo que el gobierno en funciones desea hacer (expulsar a Turquía a los refugiados sirios que se encuentran en suelo europeo), pues como ya hemos dicho, el gobierno considera que no debe someterse al control parlamentario en no tener su confianza. Vamos, que si la dictadura pasó hace cuarenta años, para algunos está más viva que nunca, que para eso son la descendencia política de la misma.

Lo que aquí estoy explicando hoy, no se trata de un sin sentido porque yo pretenda crear deliberadamente esa opinión, ni porque esté queriéndole dar interesadamente ese sentido para ridiculizar o desvergonzar a este desvergonzado gobierno en funciones. Resulta que ni la Constitución ni el Reglamento del Congreso de los Diputados (que goza de rango de ley) disponen de forma explícita o que pueda inferirse de la norma, que un gobierno cualquiera, en funciones o no, no pueda o aún peor, no deba someterse al control parlamentario. De hecho, un informe emitido por las autoridades competentes del Congreso de los Diputados, así lo asevera. Pero como ya sabemos, para el PP, esas cosas ya tal…

En nuestro sistema constitucional los gobiernos se constituyen a tenor de una mayoría parlamentaria (sea absoluta o simple). Esa mayoría parlamentaria es en la que se apoya la actividad ejecutiva del gobierno, es la mayoría parlamentaria que en representación del pueblo, legitima la acción y la materialidad política del gobierno. Sin esa mayoría, el gobierno no puede más que convocar nuevas elecciones.

Cuando el gobierno está en funciones (como es el caso) y durante el período de negociaciones entre partidos políticos para investir a un nuevo presidente y que éste constituya un nuevo gobierno, precisamente porque no es un gobierno que haya obtenido ninguna confianza para gobernar, debe someterse más que nunca al control parlamentario antes de iniciar cualquier tipo de política y aún más, antes de ratificar acuerdos o tratados en el ámbito del derecho internacional que vinculan y obligan a España a desarrollar una política que muy probablemente, no se adecua a la voluntad de los españoles representada en la nueva configuración parlamentaria, como puede interpretarse de que todos los grupos parlamentarios estén en contra del acuerdo UE-Turquía excepto los secuaces del Partido Popular.

Lo que estamos viviendo estos días, no es más que un nuevo episodio de secuestro de la voluntad del pueblo (soberano en época electoral, luego, ya tal…), de secuestro de nuestra democracia, que si ya es pobre, el PP se encarga de prostituirla un poco más. Los que se llenan la boca de Constitución, democracia y solidaridad para negarle a un pueblo como el catalán o el vasco ejercer un derecho humano como lo es la autodeterminación de los pueblos, o un derecho político tan fundamental como lo es votar en referéndum o hacer una consulta (vinculante o no) sobre un asunto cualquiera, hoy se niegan a comparecer ante la cámara de los Diputados, sí, esos elegidos por el pueblo para que los represente. Como bien viene a decir una imagen que rueda por las redes: “Que largo se me está haciendo el franquismo”.