La pasarela política primavera verano 2016 viene con unas tendencias de moda muy definidas. Este año nuestros políticos lucirán un look, que sí bien no es novedoso en su totalidad, nos ha traído hasta las pasarelas ciertos toques de modernidad que no podríamos dejar de resaltar. Las camisas Oxford de manga larga, siempre remangadas exactamente dos vueltas (no hay que enseñar el brazo porque no se trata de modelos profesionales con cuerpos torneados en el gimnasio, lo que se trata es de exhibir un buen peluco en el antebrazo izquierdo que nos deje atónitos a aquellos que contemplamos la puesta en escena y una pulsera, cinta anudada o llámalo x con los colores de la bandera nacional, normalmente sin pollo para no escandalizar) con un señor a caballo encima de la tetilla izquierda. Colores pastel, básicos fondo de armario, como los azules claritos, los blancos y algún rosa pálido, que siempre favorecen más y dan cierto toque de informalidad al candidato. Dependiendo de la edad del líder, escogeremos entre unos vaqueros de marca, por supuesto nunca marca blanca, o un elegante pero informal pantalón de pinzas, donde el logotipo del fabricante se encuentra más disimulado para alardear siempre lo justo. Zapatos de buena calidad confeccionados en España si puede ser, y para redondear el modelito una buena sonrisa Profiden, de esas que oxidan los pendientes.
El pelo, corto, luciendo nuca. Imprescindible un buen corte, que denote la calidad humana del personaje: formalidad, rectitud, buen hacer, higiene, sin ausencia de sospecha de un pelo con habitantes o con formas extravagantes que puedan inducir a confusión. Nuestros espectadores deben llevarse una imagen del candidato que ofrezca seguridad y decencia. ¿Quién se fía de un político con pelo largo o rastas? Estamos en un país serio y como tal deben ser nuestros políticos. Los atuendos como cazadoras de cuero marrones o jerseys de tienda barata, si es posible y el tiempo lo permite, debemos sustituirlos por un jersey de pico, de punto fino, sin pelotillas por supuesto, anudado alrededor de los hombros en plan capa, así como un Superman pijo. Colores dos o tres tonos más intensos que las camisas marcaran una tendencia de informalidad controlada, que resaltará esos ojos penetrantes con un toque de dulzura si alguno de los presentes les acerca un bebé.
Los rostros si puede ser, bien afeitados y sin mácula. Puede también ser interesante una barba canosa, referente de madurez y prestancia quede bien en el rostro del interesado. Eso sí, arreglada en una buena peluquería para presentar una imagen de estatus y nivel social. Una buena base de maquillaje del color natural del candidato cubrirá esas pequeñas imperfecciones que todos podemos lucir, pero que en ellos, resultarían altamente perjudiciales. Sin embargo, si sus rostros están surcados por las arrugas que produce la dura y sacrificada vida política, no está mal visto que se luzcan con el orgullo del que lo da todo por su país.
El candidato deberá estar rodeado de sus más íntimos colaboradores, que aun llevando un atuendo similar al suyo, deberán lucir un poco menos elegante para resaltar en las instantáneas, la imagen del candidato como el perfecto político, porque obviamente es el hombre perfecto. Sus cuerpos cuidados por el deporte, siempre si es posible al aire libre, esconderán esas lorcillas que la edad va acumulando en sitios para nada interesantes políticamente, pero que impedirían que los aspirantes se mostrasen siempre rozando la perfección. Comida sana, mucha agua y sus buenas ocho horas de un sueño reparador, deberían ser visibles en cualquier fotografía.
Pero quizá lo que en esta pasarela será lo que marcará la diferencia con el resto de representantes será sin ninguna duda, el fresco aroma primaveral de Eau de Venezuela. Un perfume distribuido por las mejores firmas del IBEX 35, conquistará los corazones de los seguidores del candidato dejando una estela de fragancia, que impregnará sus pituitarias hasta obnubilar sus mentes. La esencia de la fragancia, elaborada a base de mentiras y tergiversaciones, con un toque fresco de vivir sin conciencia y sin escrúpulos una farsa bien montada, ensalzará todos esos residuos de elegancia que resaltarán la presencia del político. Se trata de una colonia exclusiva no apta para cualquier bolsillo. Eso es innegable.
Se presenta en dos modalidades a elegir. La versión más fresca y juvenil, envasada en un bello cristal de toques anaranjados, está más encaminada a un candidato menor de cuarenta años. Sus componentes básicos están más acentuados, sobre todo el del teatro, arropado por ciertos toques de llanto fingido por las penalidades inventadas, que retrotraerán al que disfrute de su aroma, el tufillo que despide un condenado a prisión por preparar un golpe de estado, en un país bañado por el sol y el mar. Los tonos selváticos del país al que se homenajea en el nombre, encandilarán a los incautos, resaltando en el político ese aire de demócrata embustero que mira más por su imagen que por los problemas de su propio país. Su uso reiterado y continuo asegura una cohorte de seguidores incondicionales capaces de absorber todas las mentiras que la boca del candidato sea capaz de pronunciar. Pero lo que caracteriza sobremanera el olor, es el recuerdo del abrazo interesado y fotogénico con la esposa del condenado. Supone una guinda inigualable para una colonia perfecta.
La otra modalidad, en vidrio azul de alta gama, está más recomendada para políticos con cierta experiencia. Su aroma no es tan fresco, se trata de una colonia algo más rancia, pero que se convierte en el acompañamiento perfecto para, por ejemplo, ministros de Asuntos Exteriores o expresidentes dedicados a la defensa de manipuladores informativos y organizadores de tumultos callejeros que conducen a la muerte de decenas de personas. Es el complemento ideal de un traje de buen corte, color azul marino, al que acompaña una corbata de seda de tonalidades que van del rojo intenso en el caso de los expresidentes a los rosas con motitas en los ministros. La fragancia, encaja a la perfección con las canas, el pelo hacia atrás, el deje andaluz modulado, la perfecta dicción de la diplomacia y el caradurismo del que se mueve por intereses altruistas, pero miente al hacerlo.
Eau de Venezuela ha sido el mejor complemento que los especialistas en marketing político han podido encontrar para terminar de embellecer a nuestros candidatos en esta pasarela electoral. Algunos periodistas, afines a la pasarela, aprovechan el tirón publicitario de la fragancia para utilizar una versión, de menor calidad, cuyo eslogan publicitario no tuvo tanto éxito en la presentación. Es una burda copia de la original, que sin embargo, en algunos debates y círculos exclusivos están resultando muy ventajosa para el que decide añadir algunos toques en cuello y muñecas. Invitado sin igual en todas las televisiones, su estela recuerda más a la bazofia informativa y el descrédito al contrincante que otra cosa, pero no evita dejar secuelas en los observadores, que como moscas a la basura, siguen al periodista de forma incondicional. Los grandes medios de comunicación llevan varios años de experimentos en la prensa escrita, impregnando sus noticiarios con esta versión más económica que ha abierto el camino para que la fragancia en estado puro que lucen nuestros políticos y candidatos, arrase en los medios especializados.
Nuestros políticos han encontrado en estos modelos que hoy presentamos aquí, el complemento ideal a sus manidos discursos, a sus mentiras programadas y a su falsedad natural. Nos sentimos altamente recompensados por su aceptación comercial, ya que hoy, ninguno de ellos sería nada sin ese aroma rompedor que demolerá a los candidatos que únicamente se pueden permitir fragancias de programa electoral, honradez política e imagen no prefabricada.
Sin duda, la última palabra la tendrán los ciudadanos, que con sus valoraciones serán los que decidan si el producto ha resultado tan efectivo como desde las fábricas de los grandes bancos y las grandes empresas, se previó. Pero, aun así, aunque no se alcance el último objetivo del producto, que es conseguir la mayoría absoluta, estamos convencidos que los índices de popularidad de los políticos seleccionados para la promoción de nuestros productos, serán más que satisfactorios. En estos momentos, nuestros diseñadores de la CEOE, están trabajando en una nueva fragancia, que supondrá el clímax absoluto de la perfección aromática. Eau de Abstención. En ella, podremos encontrar no solo el roble de la madera donde está madurando desde la fallida investidura, sino que además nuestros sentidos se verán envueltos en la esencia, del que, teniendo la gobernabilidad en la mano, dejó que se escapara entre los dedos, con la belleza del agua que cae descontrolada, para poder adaptarse a esta nueva colonia sin hacer el ridículo más de lo necesario.
Desde los laboratorios de la creación aromática de la política nacional, deseamos a todos unas estupendas elecciones, y que el público en general interiorice este duro y largo trabajo de preparación, venta y distribución de nuestros productos, votando a aquellos candidatos que nuestros equipos de marketing y publicidad hemos seleccionado para ellos.
¡Qué ustedes lo voten bien!
Caray…, no sabia que eras experta en perfumes tan exquisitamente detallados. Aunque el perfeccionismo de un olor como el que has descrito, me produce una alergia irritante.
Si eres capaz de describir así un buen vino, te invito un dia a cenar y llevo un Vega Sicilia y un Comportillo (este último aunque sea para sangria)….solo para reirme y deleitarme con tus calificativos y métaforas.
;D
jajajaja