EL debate del PSOE

La única realidad de todo esto, es que ninguno de los tres candidatos sanará al partido que ¨está malito¨ . El PSOE está perdido para la causa obrera, tienen más en común con el PP o Ciudadanos que con cualquier alternativa de verdadera izquierda.

Una vez más el PSOE decepciona. El debate del pasado lunes no fue más que una mecanizada y anticuada puesta en escena propia de un partido que años ha, se perdió por los caminos de las multinacionales privadas y la adoración al dinero. Ninguna sorpresa, ninguna propuesta, contenido cero.

El jefe de la gestora golpista recibiendo a los aspirantes, serio con Pedro, saludándole con el gesto torcido, babeando con la dueña del cortijo y amable con el comodín del público. La moderadora Carmen Del Riego parecía recién salida de la sección femenina. Todo absolutamente planificado y controlado. Ni en el PP lo habrían organizado mejor.

El ¨debate de guante blanco entre ¨compañeros¨ aparte de evidenciar el mal rollito entre Pedro y el resto poco más dio de si. Que si esa tal Irene nos ofendió, que si le diste el gobierno a Rajoy, que si hoy dices una cosa y mañana otra, que si eres la favorita del PP, que si Felipe y ZP ya no te ajuntan, que si tu no respetas la voluntad de los militantes, que si qué quieres hacer tú con Podemos, que si golpista, que si no mientas cariño, que si yo soy de izquierdas, que si yo más… A todo esto, Patxi, repitiendo cada vez que le dejaban, que pretende entregar aun más soberanía a Europa y que ha sido el único ¨socialista¨ que ha gobernado en Euskadi. Eso si, se le olvidó mencionar quienes fueron sus socios de gobierno y que por tres añitos de lehendakari se blindó con una jubilación de 50.000 euros. Lo de ¨a ver si vamos a acabar defendiendo antes al IBEX 35 que a los trabajadores¨  mejor no lo comento no vaya a ser que me lleven presa.

Sería de esperar que en algún momento, en un debate entre socialistas, se hablara de asuntos como prohibir desahucios y puertas giratorias, de obligar a la banca a devolver lo robado con las cláusulas suelo, de cambiar la injusta estructura fiscal, de garantizar los servicios mínimos, de subir los salarios, de la renta básica, de blindar los derechos sociales, de medidas de emergencia para 25% de la población española que está en riesgo de exclusión social etc etc… Porque a estas alturas, pedirles que hablen de redistribución de la riqueza o de nacionalizaciones son ganas de que te llamen comunissssta y te acusen de ser responsable de la muerte de miles de millones de personas en todo el mundo.

La única realidad de todo esto, es que ninguno de los tres candidatos sanará al partido que ¨está malito¨ . El PSOE está perdido para la causa obrera, tienen más en común con el PP o Ciudadanos que con cualquier alternativa de verdadera izquierda. Sus políticas económicas liberales cada vez que han gobernado, dejan claro a quienes sirven, y cuando están en la oposición, sus acuerdos con el PP y sus proposiciones de cara a la galería a sabiendas de que jamás se llevarán a cabo, demuestran que todo en el PSOE es una absoluta impostura.

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Ningún presidente, ninguna ejecutiva va a hacer que el partido socialista vuelva a ser de izquierdas, si es que alguna vez lo fue. Saben que tienen una base de votantes fieles hasta el aborregamiento que les perdona lo imperdonable, y en ellos se apoyan, pero los otros, los críticos, los que nos cansamos de tanta infamia, nos hemos marchado, y nunca vamos a regresar, por ello el PSOE jamás volverá a contar con mayoría en el Congreso, y lo saben. Pero también en eso mienten.

Como mintieron para justificar la canallada de la abstención, con la milonga de que entregaban el gobierno al PP para ¨crujirlos¨ desde la oposición. El tiempo ha demostrado que su verdadera intención era dejarles retozar tranquilos en su lodazal mientras ellos organizaban la llegada de la faraona a Madrid y propiciar lo inevitable, la gran coalición. La que de facto ya existe. El gran deseo de la plutocracia.

El PSOE nos ha estado vendiendo una gran mentira durante décadas, desde su primer gobierno se plegó a los banqueros, inició las privatizaciones, implantó el trabajo precario, utilizó la represión policial y el terrorismo de Estado, mantuvo los privilegios de la iglesia católica y siempre buscó apoyos en la monarquía. Por no hablar del 135.

Aunque en políticas sociales son más abiertos y tolerantes que el PP, en lo sustancial, gobiernan igual, jamás han pretendido tocar la economía neoliberal ni han querido quebrar la estructura socioeconómica heredada del franquismo. Y sin eso, no hay izquierdas que valgan.

Unicamente los que viven de la mamandurria del partido, o los feligreses que no son capaces de ver como han prostituido unas siglas centenarias, siguen manteniendo un voto que va directamente al bolsillo de las oligarquías del país. Los gerifaltes piden la confianza del militante desde sus yates, sus mansiones o sus puestos en los consejos de administración, te hablan de socialismo, de solidaridad y de años de historia mientras luchan por sostener un bipartidismo que les permite preservar sus privilegios presentes y futuros.

Y ahora toca elegir, por un lado nos presentan a Susana como la gran lideresa del futuro, llega avalada por los que mintieron, robaron y hasta asesinaron cuando tuvieron todo el poder del país en sus manos. Los otros, quieren convencernos de que Pedro, el que pactó seguir sometido a los poderes financieros con el partido del IBEX, es la nueva izquierda. Y del tercero en discordia ni hablo, cualquiera con dos luces sabe para qué y para quién se presenta Patxi.

Solo en una cosa coinciden, en que no apoyarán una moción de censura que expulsaría inmediatamente al PP del gobierno. ¿Motivo? Que ellos trabajan para echar a un PP ¨infame y tóxico¨ pero sin prisas, despacito. Total, ya no vendrá de unos cientos de vidas destrozadas más.

Da igual quien gane las primarias del PSOE. Sus verdaderos amos están sentados en lujosos despachos de grandes multinacionales provocando crisis para enriquecerse aún más. El capitalismo salvaje ha domado a la supuesta socialdemocracia, y la izquierda cada día es vilipendiada y machacada desde los todopoderosos medios de comunicación como si con ellos fuese a llegar el Armageddon.

En este país solo existe una esperanza para la clase trabajadora y todos sabemos cual es. Solo hace falta dejarse de absurdas nostalgias, soltar viejas amarras y atreverse.

El socialismo se lleva en el corazón, no en unas siglas a las que al menos, ya le sobran dos letras.