Cuando escribo sobre el fascismo, no lo hago por fijación ni obsesión, si no porque es algo que nadie en este mundo debería minimizar ni justificar tras lo pasado durante el siglo XX.
Cuando veo carteles anunciadores en redes sociales como la del encabezamiento, me pregunto si el Delegado Episcopal (según parece), sabe donde se mete y si lo hace a iniciativa propia o dentro de una «politica» institucional de la curia eclesiástica. Me pregunto, si este sacerdote es consciente del juego que hace a los grupos que gestionan el evento al participar como ponente único en una conferencia sobre «Inmigrantes: Riesgos, Amenazas y falsos mitos».
Y por otra parte porque dicho sacerdote no figura en el equipo según la web del episcopado http://clero.archivalencia.org/equipo-de-la-delegacion/
El título de la conferencia es de por sí, escalofriante. Mezclando Inmigrantes con términos como riesgos, y amenazas, y terminando con un «falsos mitos» muy, pero que muy intrigantes.
La esencia del fascismo se basa en el autoritarismo, la xenofobia y el racismo. Unos “valores” (si es que se pueden llamar así) contrarios a la naturaleza humana de per se.
El fascismo se nutre del ego exacerbado del ser humano para someter a su antojo a sus congéneres, bajo cualquier premisa que le permita obtener ese poder dominante. Y el poder y la dominancia tiene muchas vías y caminos. Y que decir tiene que la Iglesia (o cualquier religión) tiene un papel fundamental para poder ejercer dicho poder.
En el siglo XX vivimos la experiencia mas amarga de ese exacerbó humano, y es algo que la sociedad entera asumió que jamás debería repetirse.
Sin embargo aquello no fue gratuito, ni casual, ni circunstancial.
[Tweet theme=»basic-full»]El fascismo se nutrió de elementos básicos de la condición humana para ser dominada, inducida y subyugada.[/Tweet]
Esos elementos básicos de dominancia apelan a cubrir las necesidades de una población sobre la base de preceptos como la identidad cultural, el derecho al trabajo, o la condición propia de unas supuestas características raciales y/o de pensamiento, como si todo ello estuviese por encima de los derechos y bases inherentes de las personas, como la solidaridad y el respeto.
De hecho el fascismo de hoy día no es mas que el remake del de siempre, pero utilizando esos mismos preceptos, introduciendo siempre el factor miedo en la sociedad, sin analizar las verdaderas causas del mismo.
Es por ello, que jamás hay que bajar la guardia a ello, ni normalizar, ni justificar ni banalizar.
El fascismo existe.
El fascismo se esconde detrás de supuestas reivindicaciones solidarias, de supuestos derechos que a la postre son sectarias y disgregadoras, y fundamentalmente porque denigran a personas por sus creencias, procedencias o condiciones.
Detrás del fascismo se esconde siempre el ansia de poder, y a quienes detentan el poder (en cualquiera de sus formas) siempre les es mas tendente ceder y conceder privilegios a las organizaciones y/o entidades que promulgan el miedo, porque así controlan a las masas y les mantienen en su estatus.
Cuando entidades como la eclesiástica, muy influyentes en la sociedad, participan y alientan dichas organizaciones o participan en consonancia de ellas, generan un estado de alarma social, y una tendencia a minimizar las ideologías fascistas. Esto es simplemente intolerable, como es el caso de la portada de este artículo.
El arzobispado de Valencia @archivalencia, debiera explicar cómo y porqué, colabora con entidades de naturaleza ultraderechista o en su defecto posicionarse al respecto, por si existiese una usurpación de tareas por parte de dicho sacerdote.
Vivimos tiempos en que por la distancia de los años, surgen revisionismos sin ningún fundamento, que cada día por ignorancia calan mas en la sociedad. No cabe mentar el auge en otros países, y las consecuencias que de ello derivan.
Por tanto, una institución como lo es la Iglesia, debiera cuidar muchísimo sus pasos y sus bases, y no caer en el error que ya tuvo hace 80 años.
La utilización de la inmigración como base de reivindicaciones patrióticas, ignora los motivos de la inmigración actual y lo que la causa, y utilizar este hecho como base desestabilizadora de las sociedades occidentales criminalizando a etnias, culturas y otras creencias, es simplemente hacerle el juego a la ideología fascista.
[Tweet theme=»basic-full»]El arzobispado de Valencia @archivalencia, debiera explicar cómo y porqué, colabora con entidades de naturaleza ultraderechista [/Tweet]
No aprendemos, seguimos consintiendo y haciéndoles el juego. Mal, muy mal vamos.
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