La última encuesta del CIS vuelve a dejar claro el objetivo de la misma y la poderosa herramienta que supone para quien la gestiona: el gobierno de turno.
Las encuestas del CIS, especialmente las que se elaboran para determinar la tendencia de voto, la valoración de los líderes de los partidos y la de las preocupaciones máximas de los españoles, no se me antojan sino un elemento propagandístico. Y voy a explicar por qué.
Una posible lectura, strictus sensu, y despojada de cualquier opinión o sesgo político, podría indicar que el Partido Popular ha descendido azotado por los casos de corrupción que se van destapando continuamente. Que el apoyo de la militancia a Pedro Sánchez a arrastrado a muchos socialistas, que se sintieron desengañados, a volver a confiar en el PSOE. Que Ciuadanos una vez alcanzado su techo y demostrando que son la comparsa del PP, han perdido el apoyo de aquellos que han advertido que prefieren el original a la fotocopia, o a ninguno de los dos. Y que el resto del espectro político no ha cambiado en nada.
Esta podría ser mi lectura si pensase que el CIS trabaja, en este tipo de encuestas, con la asepsia que debería suponérsele.
Pero mi lectura es diferente.
El gobierno, azotado duramente por los casos de corrupción – que todavía no le han afectado en la medida en que debieran, a tenor de los resultados obtenidos en todos los comicios electorales – ha decidido reducir su expectativa de voto. El nuevo PSOE – que desde mi humilde entendimiento no deja de ser el mismo de antes – con Pedro Sánchez a la cabeza ha abierto una puerta a la posibilidad de dialogar con Unidos Podemos, y Ciudadanos continúa siendo un instrumento que nunca va a ser obstáculo para el PP, sino lo contrario, una formación en la que apoyarse, en tanto en cuanto aparenta honradez y sentido de estado, pero comparte ideas y principios con el partido de la corrupción.
En mi opinión, la encuesta del CIS encierra un mensaje dirigido al electorado del PP. Y el mensaje es el siguiente:
“El PSOE de Sánchez está ascendiendo, y también, aunque ligeramente Unidos Podemos. El Secretario General socialista ya ha manifestado que negociará con Podemos. ¡Cuidado!, van a pactar con los bolivarianos, los que persiguen la ruptura de España, los que quieren hacer de España una nueva Venezuela. Olvidaos de la corrupción. Esto es más importante. Continuad votándonos o iremos a la perdición”
Por ello, no hay que hacer demasiado caso a los datos del CIS, que no son sino un instrumento más de manipulación al servicio del poder.
¿Las encuestas del miedo?