Pobre España

Gracias a esa ¨transacción¨  organizaciones como el PP continúan existiendo, el PSOE puede seguir diciendo sin ruborizarse que es de izquierdas y las élites del poder económico pueden comprarse un partido para aglutinar el cuñadismo nacional. Y gracias a esa Constitución diseñada a medida del franquismo hoy se puede aplicar ese artículo 155 que dejará abiertas heridas irreparables.

El art. 155 de la Constitución española que tan vehementemente han pedido los medios de comunicación oficialistas y los pirómanos de la política patria, está cargado por el diablo. Los responsables de su aplicación, antes de desenfundar, quizá deberían haber tenido en cuenta que los conceptos jurídicos que contiene son tan indeterminados que nos puede llevar a un terreno absolutamente desconocido y caótico.

Aunque los ¨detodoentiendo¨ intenten ridiculizar al resto del personal cuando se alude al aluvión de recursos que se van a presentar ante el Constitucional, resulta que es posible recurrir todas las medidas que se van a aplicar y que es muy probable que ni siquiera los magistrados se pongan de acuerdo en su resoluciones. Hemos entrado en un campo de minas y lo único que está claro, es que vamos de cabeza a un lío jurídico y político del que saldremos con una sociedad más fracturada, con cientos de miles de catalanes aún más independentistas y con mucho rencor echando raíces en la memoria colectiva.

Sabéis que cuando escribo solo intento compartir mis opiniones, en este caso además de eso, quiero haceros partícipe de la inquietud y la tristeza que siento por la fascistada que acaban de cometer tres representantes públicos, presidentes de tres partidos que han dado motivos sobrados para ser la vergüenza de su militancia, me refiero naturalmente a los que usan de eso, que haberlos haylos.

Un Partido Popular imputado por financiación ilegal, al que un juez, UN JUEZ, ha calificado como organización criminal, un PSOE que enterró en cal viva la O y la S de sus siglas hace muchos años y un engendro de extrema derecha que sostiene a los dos gobiernos más corruptos de toda la historia de la democracia española, son los artífices del infame atropello contra la democracia que se acaba de cometer.

Repetiré, aunque es una pena tener que hacerlo que no soy independentista, que jamás votaría a un partido como el PDeCAT ni a un presidente como Puigdemont, y que lo que me gustaría es que Cataluña siguiera en España, pero que entiendo cada día más que quieran irse. Y deberían tener el derecho de hacerlo. Como bien decía Mr. X, faro y guía del PSOE, el derecho a la autodeterminación de los pueblos debería ser respetado.

No son los políticos los que más me preocupan, ni los periodistas pantuflos, ni siquiera el poder económico que es quien realmente decide lo que se firma en los Consejos de Ministros, los que de verdad me preocupan son los ciudadanos que votan, que votan a ladrones, a mentirosos o a marionetas creadas por el IBEX, gente que no exige responsabilidades, que no pasa factura, que no cuestiona a sus líderes después de 40 años de traiciones y pactos que son auténticas puñaladas, y que jalea y aplaude el golpe que se está dando en Cataluña.

España, nos guste reconocerlo o no, sigue siendo un Estado de fascistas blanqueados. La tan cacareada perfecta transición no fue tal, se llevó a cabo bajo amenazas y chantaje permanente,  con la ciudadanía aterrorizada esperando a que el ejército diese de nuevo un golpe militar. Aquellos años fueron un auténtico baño de sangre, el régimen asesinó a cerca de 600 personas. Hubo decenas de miles de detenidos políticos (incluso con Felipe X en la presidencia) a los que se podía retener en las comisarías durante10 días sometidos a vejaciones y tortura. Nunca se hizo justicia con las víctimas del franquismo, nunca se exigieron responsabilidades políticas por esos crímenes, los fascistas ni siquiera fueron expulsados de sus cargos, muchos siguen ahí. Nadie quiso que los asesinos pagaran sus cuentas, se pactó el silencio, y se obligó a los perdedores a perdonar. Los supuestos partidos de izquierdas dejaron a los muertos en las cunetas y se dedicaron a disfrutar de su recién estrenada posición, a sembrar para recoger ganancias futuras que les permitiera disfrutar de yates y enormes mansiones dignas de auténticos príncipes.

Gracias a esa ¨transacción¨  organizaciones como el PP continúan existiendo, el PSOE puede seguir diciendo sin ruborizarse que es de izquierdas y las élites del poder económico pueden comprarse un partido para aglutinar el cuñadismo nacional. Y gracias a esa Constitución diseñada a medida del franquismo hoy se puede aplicar ese artículo 155 que dejará abiertas heridas irreparables.

Pobre España, pobres españoles. ¡Cuánto nos han engañado, y cuánto nos hemos dejado engañar! Nos han endosado una democracia deficitaria limitada a la opción de escoger entre dos candidatos que representan a fuerzas de poder que nada tienen que ver con el pueblo, nos han borrado la memoria, nos han hecho ignorantes hasta el punto de que cualquier envenenador profesional desde una pantalla de TV nos convence de que no hay escenario posible más allá del corrupto bipartidismo.

Las águilas nunca se fueron, han permanecido felizmente protegidas en los nidos de las gaviotas gracias a la complicidad de un PSOE que defiende el mismo sistema capitalista, que vota con ellos en Europa, que firma leyes mordaza, artículos 155 y lo que haga falta con tal de seguir manteniendo su cuota de poder, aunque ya esté bajo mínimos.

Pero sobre todo, existen gracias a los ciudadanos que no entienden que hoy van a por Cataluña, mañana irán por Euskadi, y después…

Después no habrá quien los pueda parar.