Estoy cansado de oír el termino CORRUPCIÓN.
Quizás no tanto del hecho de tantos casos que salen a la luz, ni del tiempo en que se están dando (que son décadas), sino por la desvirtualización en sí del término.
Cuando los casos eran contados, no porque no los hubiere, sino porque no había forma de denunciarlo con pruebas, entonces los términos corrupción/corruptos tenían una carga legal, ética y moral, que ponía en jaque a dichos corruptos frente a la sociedad.
Hoy día, la magnitud de los casos por cantidad y por el alcance, son ya de una proporción y una frecuencia, que ha banalizado la gravedad de lo que supone.
Tanto es así, que tanto medios, como corrompidos, han hecho posible que la ciudadanía (independientemente de la indignación inicial), vean como algo “normal” o como “condición ineludible” el hecho de ser corrompido por el mero hecho de estar en política.
Como si la honradez no fuese la condición sine qua non de un político, sino la astucia y la pericia de que no te pillen (pues en el fondo subyace la creencia que todos cuando llegan al poder hacen igual).
La exagerada utilización del término, me enerva. Y me enerva más, porque solo se habla de los CORRUPTOS, pero no de los CORRUPTORES. Porque no hay Corruptos si no hay quienes les Corrompan.
El silencio respecto a dichos CORRUPTORES, la nula persecución de los mismos, se debe a que raramente estos se dejan pillar. El Corruptor suele ser gente adinerada, el corrompido, no. El Corruptor se cuida muy mucho de exponerse. El Corrompido (pobre infeliz), se la juega con tal de llegar o anhelar a ser igual que el Corruptor.
Por eso, la relación entre Corruptor y Corrompido, es una relación de prostitución, donde el proxeneta es el Corruptor.
Esas grandes empresas que han PROSTITUIDO a políticos para obtener grandes contratos de obra pública a precios desorbitados y engrosados, …a esas empresas y su gestores, les llamo proxenetas DE LA POLITICA.
¿Y quiénes son?… casi mejor os lo dejo a vosotr@s que digáis sus nombres con el hastag #proxenetaspolíticos, porque la lista es larga.
¿Para cuándo las denuncias a esos proxenetas?, …porque hasta la fecha, salvo Correa y poco más, la inmensa mayoría ni se señalan ni se les imputa (…ay, perdón, que ya no son imputados, sino investigados…he aquí otra banalización de términos).
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