Fuego
Desde la lejanía, una columna de humo pintaba el cielo de negro. El complejo ardía por los cuatro costados. Las pequeñas explosiones precedían a grandes llamaradas que salían por las ventanas. El fuego estaba consumiéndolo todo. Los cristales saltaban hechos añicos. El aluminio de las persianas se retorcía como si hubieran sido cortadas con un abrelatas. En ondas que desgajaban el yeso de las paredes. Todo era humo, fuego y explosiones. El infierno traído a la tierra.
Dentro, unas personas lloraban desconsoladas. Apenas podían gritar ya socorro. Se habían desgañitado hasta casi perder la voz.
Sin embargo, uno de los bomberos les había localizado y les decía:
-Intenten utilizar al personal de servicio para que apaguen el fuego. Con los recortes sólo somos dos bomberos y no damos abasto.
Mariano y el consejo de la UE en pleno, reunidos en Madrid, rezaban aunque sabían que de esta no les sacaba ni dios. El personal de servicio había huido por la puerta del sótano.
La Moncloa ardió por completo y Mariano y los dirigentes de la Unión fueron pasto de los recortes.
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Vivimos en un mundo gobernado por indeseables. Indeseables que han convertido a la humanidad en un gran zoco dónde la única regla es hacer negocio sin importar, si para ello, el ser humano es convertido en un trozo de carne.
Hace apenas un par de semanas, los medios de incomunicación, adoctrinamiento y control de masas, nos tuvieron una semana acongojados por el trágico accidente aéreo dónde murieron 150 pasajeros, ricos (o por lo menos no pobres de solemnidad) y europeos. En diez días el Mediterráneo ha segado la vida de más de mil doscientos seres humanos pobres que querían venir a Europa perseguidos por su ideología o simplemente (desgraciadamente) por el hambre. Su actualidad será efímera. Mañana ya no será noticia en ningún medio.
Hoy he leído que los dirigentes europeos son xenófobos. Y lo son aunque no por el color de la piel. A nuestros políticos indeseables sólo les preocupa cuanto dinero tienes en paraísos fiscales. Si eres pobre hacen lo posible para que no alcances una tierra que para ellos, los pobres, es prometida y para nosotros una pesadilla. Si tienes cuentas en Suiza o las Islas Caimán te dan nacionalidad con el sólo hecho de comprar una casa de las vacías en la costa española.
El deber de auxilio es un delito recogido en el Código Penal español. Sin embargo se recortan los fondos para salvamento y se intenta que el trabajo lo hagan obligatoriamente las personas que se dedican a pescar o al tránsito de mercancías. Se está omitiendo el deber de auxilio.
Es una vergüenza. Este sistema podrido que ha convertido el mundo en un gran mercado que explota a las personas está denigrando al ser humano hasta la peor indecencia. Todo se analiza con gráficas, números, estadísticas y sobre todo coste económico. Y además un coste que ni siquiera pagan ellos que tienen sus industrias domiciliadas en paraísos fiscales, que tienen un montón de SICAV para evadir impuestos y testaferros con los que despistar al fisco. Pero en su ansia, en su hipocresía, en su avaricia, en su inhumanidad, todo les parece poco y creen que lo que se va en el rescate de vidas humanas, es dinero que no llega a sus bolsillos. Además matan dos pájaros de un tiro, porque estos muertos no llegarán a cobrar subsidios ni a malvivir de la caridad del estado.
Y se empeñan y siguen intentando engañarnos diciendo que la solución no es fácil, proponiendo cosas tan indignadamente estúpidas como quemar todas las embarcaciones que puedan ser utilizadas por las mafias para el tráfico de personas. En lugar de ayudar a estas personas para que su vida no sea una mierda y quieran venir a este infierno a malvivir (porque, a pesar de todo, para ellos es el paraiso). En lugar de luchar contra las dictaduras que les oprimen en sus países, que se quedan con los recursos naturales que luego malvenden a estos indeseables del primer mundo que necesitan de ese tipo de gobiernos para seguir ganando, más y más, y más.
Se ha instaurado la dictadura de la estadística. Una pseudociencia diseñada para la manipulación. Una pseudociencia en la que, como decía ayer Varoufakis, tiene mucho más de ideología que de ciencia.
Si alguien cree aún que estamos a salvo de esta gentuza, que miren lo que le están haciendo a Grecia, a cuya sociedad le están cortando toda posible salida para que los mismos ciudadanos que eligieron a Syriza, acaben aborreciéndolos y consientan un golpe militar (que además les sacaría de la Unión y del Euro). Y si no me creen, echen un vistazo a 1973 y al Chile de Allende al que asfixiaron económicamente hasta que Kissinger y la CIA diseñaron el golpe que acabó llevando a Pinochet al poder.
Si alguien cree que los españoles estamos a salvo, que eche un vistazo a 2008 cuando un salario de 1000 euros era una p. mierda y ahora es una fortuna.
No basta con cambiar a nuestros políticos. Hay que echar abajo este sistema estadístico mercantil que ha convertido todo, ser humano incluido, en una puñetera mercancía. Una mercadería que se puede dejar echar a perder si con ello se gana más.
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