La jauría

Según cuentan, las últimas encuestas le dan a PODEMOS el cuarto lugar en intención de voto. Parece ser que el todos contra Podemos ha funcionado. Pese a que es el único partido que no tiene ningún imputado por corrupción es el que más ataques recibe desde todos los flancos. Políticos de toda índole, empresarios. banqueros y medios de comunicación se han confabulado para destruir cualquier alternativa al bipartidismo en España. El neoliberalismo salvaje dominante en este país nuestro no puede tolerar ni el más mínimo resquicio de esperanza para el pueblo. Tienen que destruir cualquier asomo de cambio antes de que la gente se de cuenta de que esto va en serio, de que si todos lo queremos SI SE PUEDE. Lo que más me preocupa de todo esto es que la bien pagada jauría mediática está consiguiendo su objetivo.

Desde el mismo momento en que Podemos empezó a representar una amenaza para el régimen establecido, todo el aparato del estado y sus medios serviles se pusieron en marcha para aniquilarlo. La consigna era clara, había que neutralizar al nuevo partido y en particular a sus líderes por lo civil o por lo criminal y si desde el principio los ataques fueron inmisericordes, desde las elecciones municipales la cacería ha sido aún más feroz. Nadie de arriba, y digo NADIE, puede permitirse en este país que Podemos gane las elecciones generales, y para ello están utilizando toda la artillería pesada de la que dispone. La ¨brunete mediática¨ se emplea a fondo, cada día, desde cada medio, de forma velada a veces y sin ningún recato otras, dependiendo de si el programa en cuestión intenta parecer plural o le da lo mismo mostrar su sumisión al gobierno.

Podemos es el partido más nuevo del panorama nacional y sin embargo es al que más horas de tv se le ha dedicado desde su nacimiento, lo sabemos todo de ellos, tanto de sus dirigentes como de su programa. Su pasado su presente y hasta su futuro han sido desglosados, despedazados y distorsionados en cada programa de tv, en cada tertulia de radio y en cada artículo de los panfletos del régimen, incluso en algunos que un día parecieron periódicos de verdad.

Sabemos más de Pablo Iglesias, Monedero o Errejón de lo que jamás supimos ni sabremos de los políticos que llevan gobernando este país desde el principio de esta mal llamada democracia. Los voceros  al servicio del régimen se han encargado de contárnoslo todo, las verdades y las mentiras, ctas corrientes, vidas laborales, propiedades, declaraciones de la renta incluso vidas privadas, que a ver que coño me importa a mi si Iglesias se separa o Errejón sale con una compañera de partido. Contra Podemos vale todo y mientras nos distraen con difamaciones y falacias se habla menos de que la banda mafiosa está de mierda hasta las cejas lo mismito que los otros delincuentes en Andalucía.

Con tanta porquería como hay por comentar, las meretrices del periodismo le dedican horas y horas de TV a Venezuela, a una web de desmentidos o a que retiran el busto de un rey ilegítimo impuesto por un dictador genocida, que jamás nos ha contado que pasó de verdad el 23F.

Pues bien, yo ya estoy harta. Harta sobre todo de que me tomen por imbécil profunda, que no digo yo que en España no los haya, que los hay, y muchos… varios millones que aún votan a los canallas de siempre. Pero los que tenemos aún alguna neurona viva y además tenemos dignidad y principios morales estamos hasta el gorro de que miserables mercenarios que se hacen llamar periodistas salgan a diario en los medios a llamarnos gilipollas. Porque eso es lo que hacen, cuando les oigo escupir su veneno lo que de verdad escucho es ¨sois una panda de ignorantes y os vamos a hacer comulgar con piedras de molino porque somos mucho más listos que vosotros y tenemos que ganarnos el sueldazo¨

Semejantes mamarrachos tienen órdenes expresas de verter de forma continua falacias y mentiras sobre una ciudadanía que bastante tiene con sus propios problemas y dispone de poco tiempo para buscar información alternativa ni para poder discernir si lo que acaba de oír es la verdad, una afirmación interesada, una tergiversación o una mentira.

Estoy harta de que un ¨mantenido¨ del PP al que el partido le pone un periódico como los antiguos señoritos le ponían un piso a sus fulanas me mienta con la mayor de las desvergüenzas todos los días repitiendo como un loro las consignas llegadas desde Moncloa.

Harta de que un tipejo condenado por mentir en varias ocasiones y en tiempos asesor de uno de los políticos más corruptos del país, grite enloquecido con los ojos ensangrentados de odio todos los sábados por la noche acusando a alguien de defraudador mientras defiende a la protectora de todos los corruptos de Madrid y a la heredera de las miserias de los ERE en Andalucía.

Hasta el gorro de que una plagiadora propietaria de una SICAV y a la que hacienda le reclama mas de un millón de euros nos de clases de integridad y de moral mientras no deja decir dos palabras seguidas a ningún representante de la izquierda.

Harta de que una fascista con cara de rábano amargo , que le reía las gracias a un degenerado sexual cuando creía que los micrófonos estaban cerrados, nos llame nazis mientras intenta por todos los medios resucitar a ETA para seguir explotando el dolor de las familias de las víctimas.

Asqueada de un canalla, amonestado varias veces por la FAPE y que se burla en su mamarrachada de periódico de una chica a la que han violado maltratado y prostituido insulte sistemáticamente a los votantes de Podemos.

Indignada de que un repulsivo individuo, que todavía mantiene después de 11 años y con el caso juzgado, que los autores intelectuales del 11M fueron los terroristas de ETA, nos diga que este país no puede permitirse tener un presidente con coleta.

Cabreada de que una tipa infame presuma de lo que le pagan por acudir a mentir a un debate y aún más de que otra enchufada que trabaja desde un plasma como si fuese presidente del gobierno, me diga que si quiero que los griegos coman que les ayude yo con mi dinero.

Y por harta, también lo estoy de monisímas entrevistadoras que pretenden ser las estrellas de cada entrevista y que fruncen más o menos el ceño si tienen delante a tío vestido de Alcampo o un guaperas de la nueva falange.

Y podría citar muchísimos más ejemplos de malísimos periodistas que forman parte de la jauría lanzada contra Podemos. Y mucho me temo que mientras los grandes medios estén en manos de poderes empresariales, fondos buitre y demás entidades vinculadas a los intereses financieros, nada de esto tendrá remedio porque esos son los que de verdad gobiernan España

Los periodistas han olvidado cual es su deber en una sociedad, ser el azote del poder y la voz del pueblo, ahora la verdad ya no les importa, de lo que se trata es de destruir al que no comulga con lo establecido, y por eso algunos opinólogos que trabajan en TV recurren cada vez con más frecuencia al sensaciona­lismo y al amarillismo, parece que quién más grita y con más indecencia miente es quién más influye en la opinión del espectador.

Dejen ustedes de escudriñar en el pasado de la gente de Podemos y busquen en el del presidente del gobierno que hay mucha más ¨chicha¨. No se cansen, porque hasta ahora ante cada intentona de ataque lo único que han conseguido es hacer el más espantoso de los ridículos, no hay nada, los muertos de los armarios están en otros sitios donde ustedes nunca van a ir a buscar. No dudo que hayan engañado a algunos, pero la mayoría no somos tan influenciables como ustedes puedan creer.

El periodismo es fundamental en una democracia que se precie, quizá somos nosotros los que deberíamos rechazar a esos periodis­tas miserables que crean escándalos de casos irrelevantes y minimizan las barbaridades que perpetra el gobierno, y que se dedican más a difamar con sus patrañas a quienes amenazan con limpiar la inmundicia que nos inunda que a hacer del rigor informativo el valor supremo del periodismo. La ciudadanía española necesita un periodismo honesto, ético y comprometido que cuestione a quien gobierna, al que tiene en su mano legislar y no a los que acaban de llegar y aún no han tenido tiempo de demostrar nada.

Esperemos que alguien, en algún momento se de cuenta de que esto no puede continuar así, que los medios no pueden ser utilizados por el poder como vehículos de propaganda y como artillería para destruir a los contrincantes políticos.

ESPEREMOS QUE ALGUIEN, EN ALGÚN MOMENTO LE DEVUELVA LA DECENCIA AL PERIODISMO.