Ya no es que no se lo crean ni ellos, es que no se lo creen ni en la Comisión Europea, ni los comisarios y, como decía el otro, ni la madre que los parió.
Se desahogó el Gobierno hace unas semanas con unos Presupuestos Generales, decían que tenían que cumplir con Europa, compromisos le llaman, para no caer en una especie de fragilidad presupuestaria que pusiera en riesgo no sabemos bien qué. Se podría decir, incluso, que era hasta legítimo que quisieran hacer algo por nosotros, pero eso ya no se lo cree nadie.
Se han descolgado con unos presupuestos en los que dicen que van a tener un crecimiento poco creible, también esperan recaudar en IVA o IRPF lo que nadie supone, ya que dicen de bajar algunos impuestos pero en cambio van a recaudar más. La panacea vamos.
Ya se incumplieron las previsiones en los años anteriores ¿Por qué creerlos en este? Ya es imposible mentir más y en Europa lo saben tanto como en España, pero algunos se resisten a creerlo
Hacen unas exageradas previsiones de ingresos, al tiempo que van a ahorrar en intereses de deuda y prestaciones por desempleo, esto se puede entender, ya no hay a quién despedir, pero no dicen cómo se hará.
Con empleos tan precarios, casi abusivamente vergonzosos, no se puede creer nadie que se vaya a gastar más en nada ¿Cómo va a subir la recaudación del IVA? Y con esos mismos salarios quieren que con el IRPF bajando se recaude más, el chiste del año.
Finalmente en Europa le han parado los pies con los presupuestos, les han dejado con el culo al aire y no se creen nada. Ya están hartos de que les pongan tan buena cara como aquí, le han dicho que se dejen de monsergas y los modifiquen, los hagan creíbles y los presenten de nuevo a la Comisión.
La gran pregunta es ¿si estos presupuestos no sirven para ellos, por qué para nosotros? ¿Habrá modificación en todos los aspectos? ¿Se han cargado la campaña electoral del Gobierno?
Todas estas respuestas en unos días… si Rato nos deja.
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