La programación de los mass media está copada con temas como: máster de Cifuentes y de la no independencia de Cataluña. No dejan espacios para hablar de situaciones complejas por las que pasa gran parte de la sociedad.
Muchas trabajadoras y trabajadores viven momentos muy complicados desde inicios del 2008. La última reforma laboral, tras la crisis, ha logrado deteriorar la vida de los trabajadores y en especial la de las trabajadoras. Proliferan las ofertas que discriminan a las mujeres con cargas familiares. Incluso a las que piensen tener descendencia en el periodo que pudiera durar el contrato.
Crisis y reforma laboral se ensaña con las mujeres.
Organizaciones, entidades, sindicatos, partidos políticos, señalan qué sucede con gran parte de la población y en particular con las mujeres.
El Colegio de Registradores pone de manifiesto que: en el periodo de crisis entre 2008/2016, han desaparecido muchas empresas y las nuevas que se han ido creando contratan con sueldos un 12% inferior al de antes de la crisis, se paga menos por el mismo trabajo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte que: en España la pobreza ha aumentado debido principalmente a la falta de empleo de calidad. Existen altos niveles de desempleo de larga duración y la desigualdad entre ricos y pobres se ha situado en sus máximos. La Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en el estado Español (EAPN-ES) confirma con datos que: tener hijos aumenta el riesgo de pobreza. El Instituto de Estadísticas de Cataluña (Idescat.) explica que: en España son casi un 58% las mujeres que no trabajan frente a un 43% de hombres. Informes de Comisiones Obreras (CCOO) muestran que: de media las trabajadoras españolas deberían cobrar un 28% más para equipararse con los salarios de los hombres. La OCDE revela que: el 91,18% de las excedencias por cuidado familiar son solicitadas por mujeres; el número de mujeres que renuncia a su carrera profesional cuando tienen hijos es mucho más elevado que el de hombres. En tema de desigualdad se está por encima de los niveles de precrisis. El PSOE denunció con datos concretos que: son las mujeres las grandes perjudicadas por la última reforma laboral. El indicador «At-Risk-Of Poverty and Exclusión» (tasa AROPE) revela que: más de la mitad de los hogares monoparentales, con uno o más hijos, en su mayoría encabezado por mujeres, se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social. El Concejo Nacional Para la Discriminación (Conapred) evidencia que: la maternidad sufre los mayores ataques por parte de los empresarios. La mayoría de las reclamaciones son presentadas por las mujeres, de las cuales el 73% están relacionadas con actos de discriminación en el mundo laboral. La lista la encabezan mujeres embarazadas, la siguiente causa es por razones de género. Recalcan que la legislación española no contempla una protección para las empleadas en periodo de gestación. La nula conciliación entre la vida laboral y familiar, provoca que España tenga uno de los índices más bajos del mundo en fecundidad.
Las mujeres por su condición se encuentran con más trabas y limitaciones.
Dominic Meda, filósofa, socióloga, autora del libro: “EL tiempo de las mujeres: Conciliación entre vida familiar y profesional de hombres y mujeres”, explica que: las obligaciones familiares son una buena barrera en la carrera profesional de las mujeres porque la mentalidad social les asegura funciones, deberes, obligaciones, trabajos… en razón de unas pretendidas cualidades que las relegan al ámbito de lo privado.
Sergio Bueno Martínez, educador social, experto en antropología aplicada, en su estudio sobre “Mujeres y mercado laboral en la actualidad” destaca: La realidad en la que nos encontramos sesga, diferencia, trata de forma distinta a las personas que las compone, también, por sexo o género. Los roles de las mujeres y los hombres dentro de las familias, se reproducen en el mercado laboral con la feminización o masculinización de los trabajos. La división del trabajo es una traba laboral. A pesar de mostrar avances, seguimos inmersos en una sociedad fuertemente marcada por el patriarcado y que apenas comienza a cambiar esta situación de necesidad y equidad.
¿Qué hacer para recuperar derechos?
Toda la sociedad ha de tomar conciencia de lo que supone la precariedad laboral. Los medios de comunicación han de informar sobre la inseguridad, la situación de los trabajadores y destacar que es un hecho que las mujeres, por su condición, son las grandes damnificadas por la crisis y la reforma laboral.
El Instituto de Políticas Familiares (IPF) entre sus propuestas para cambiar la situación, por una mayor productividad, pide promover los horarios racionales en las empresas para conciliar la vida familiar y laboral.
Algunas de las propuestas de la OCDE son: Ayudas económicas por nacimiento de hijos. Desgravación fiscal por contratación de personas que se encarguen de cuidar de los hijos mientras los padres trabajan. Políticas que incrementen la participación laboral equitativa de hombres y mujeres. La conciliación debe ser cosa tanto de hombres como de mujeres.
Con la ayuda de investigaciones y análisis que reflejan la inseguridad laboral de la mujer, organizaciones feministas revalidan la lucha por los derechos de la mujer. Ponen de manifiesto que conocer y entender la raíz de los problemas y la educación, eliminar estereotipos, cambiar la mentalidad, también propuesta por la OCDE, son las herramientas más eficaces para erradicar las desigualdades y conseguir la equidad en todos los ámbitos de la vida y la sociedad.
La escritora activista feminista Eleonor Roosevelt dijo: “La batalla por los derechos de las mujeres es de una larga data (lucha) y ninguno de nosotros debe apoyar todo aquello que los socave”
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