Continuando con la serie de artículos sobre el circo mediático y político que se forma en cada partido, cuando están incurriendo en pre campaña, esta semana le toca a la segunda parte; la “cara B” o la “cruz” de la moneda del bipartidismo: El Partido Socialista Obrero Español.
Ese partido que, diciendo que es de izquierdas, practica políticas que se alejan de esa ideología. Que tiene a un Secretario General que, como comentó una vez Beatriz Talegón, es “un producto de puro marketing”. Es el “político perfecto”, con voz grave y poderosa; amante esposo y padre ejemplar; doctorado en Ciencias Económicas, que tan bien le viene al país en plena crisis; que es capaz de llamar a la televisión, para hacer promesas electorales que luego no cumple; que sólo sale de su “escondite” para decir lo mal que lo están haciendo otros, pero no para explicar lo mal que lo hicieron ellos hace muy poco. Su nombre en Pedro Sánchez y sí, si estuviéramos en EEUU, sería el “perfecto relevo de Barack Obama”. Pero esto es España y pertenece al partido que más años ha estado gobernando, haciendo caso omiso de los orígenes ideológicos que lo forjaron.
Según wikipedia, el PSOE “fue fundado en 1879 por Pablo Iglesias. Durante cien años, se definió como un partido de clase obrera y socialista marxista. Hasta que en 1979, en el 28.º Congreso del partido, se aceptó la economía de mercado, renunciando a toda relación con el marxismo”. O lo que es igual: Se dejaron de lado los orígenes y el partido se vendió a los poderes financieros. Los mismos que quieren dominar la democracia participativa, convirtiéndola en un activo mercantil más. Cuando Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista, inculcó en el ADN del grupo político la lucha de la clase obrera. La igualdad en los temas económicos, porque el proletariado aplastaba al pueblo para opulencia personal. Frases como la que se puede leer en el cané de afiliado al PSOE, dicen mucho de la forma de pensar del fundador socialista: “Sois socialistas, no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anime, sino para llevarlas a todas partes”. Y esta otra, que muchos deberían habérsela grabado a fuego: “Merecer el odio de los que envenenan al Pueblo, de los que roban, será para nosotros una honra”.
Desde que Felipe González se hizo con las riendas del Partido Socialista, el espíritu de sus orígenes menguó. Dicen algunos que el PSOE es la alternativa de izquierdas, ante la política que “plantea el PP”, aunque su ideología real y sus actos durante estas décadas, denotan un giro cerrado que hace que sus políticas concuerden más con el “centro” e incluso, la “derecha”. Aunque al comienzo de su periplo gubernamental, se hicieron cambios en las leyes para que el pueblo tuviera más derechos (habíamos salido de una dictadura hacía muy poco tiempo y esas reformas eran más que necesarias para “contentar a la plebe”), con los años el PSOE se fue escorando hacia los intereses financieros. Los casos de corrupción como el “Caso Seat”, el “Caso Guerra”, el “Caso Urralburu”, el “Caso GAL” o de financiación ilegal como el “Caso Filesa” o el “Caso Flick”, comenzaban a pudrir desde dentro los cimientos del, otrora, partido socialista. En época de Jose Luís Rodríguez Zapatero, se consiguieron adelantos legislativos que hacían que los derechos se equilibraran más y mejor. Leyes como las de “Igualdad de Género” o la que legalizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo, hizo de España un país pionero en el mundo. Pero al PSOE se le “olvidó” mencionar que, en el mismo congreso donde se aprobaban los derechos del colectivo LGTB, también se aprobó una reforma de la ley que regulaba las SICAV. Unos fondos de inversión que tributan al 1% en España y pueden ser administrados por un inversor y 99 “mariachis”. Aquí un comentario esclarecedor, aunque contrario a lo que expongo en este artículo, sobre la aprobación de esta ley: http://www.nuevosocialismo.org/?p=292
Al Partido Socialista no le preocupa el porvenir de España, ni el de su gente. Le preocupa el suyo propio. Por eso, dentro de los actos patéticos que se han podido apreciar durante los últimos 4 años en la oposición, se encuentran:
Las quejas del estancamiento económico producido por las políticas del PP, cuando fue el propio Zapatero quien, por órdenes directas de la Troika, bajó el sueldo a los funcionarios, congeló las pensiones y recortó millones de €uros en las políticas sociales se que habían aprobado en los Presupuestos Generales del Estado el año 2010. Los absurdos intentos del PSOE para desprestigiar unas actuaciones que, si hubieran sido ellos los que estuvieran en el poder, las habrían practicado igual, ya que son órdenes de la Troika. Al estar a rebufo del PP, como comenté en mi anterior artículo, el PSOE hace lo imposible por diferenciarse de la misma moneda a la que pertenece junto al Partido Popular. Porque si no, ¿cómo se explican las políticas que ha practicado durante los años en el que el PSOE ha estado gobernando, hasta con mayoría absoluta?
La burbuja inmobiliaria, de la que Zapatero pudo haberse librado reformando la ley que Aznar aprobó, acabó estallando en la cara del estado. ¿Por qué no se desinfló antes? Porque el PSOE estaba lleno de deudas. Algunas fueron condonadas por los propios bancos a los que el Partido Socialista “favoreció” al no controlarlos con mayor eficacia. Los puestos a dedo en los Consejos Administrativos de las diferentes Cajas de Ahorros, hacían la “vista gorda” en los movimientos del dinero que movían los banqueros… mientras invertían en suelo y fondos sin garantía, jugando con el dinero del pueblo. Y lo más penoso de toda la historia del PSOE fue el cambio del artículo 135 de la Constitución Española, con “nocturnidad y alevosía”, para contentar a la canciller alemana, sin preguntar al pueblo. O los recortes que el propio Zapatero anunció en Cámara Parlamentaria, rompiendo el, ya de por sí, denostado contrato que “firmó” ante el apoyo que la ciudadanía le demostró con sus votos y adelantando las elecciones seis meses, en lugar de atreverse a dimitir y convocarlas antes de, siquiera, anunciar las exigencias de laTroika para España.
El PSOE es el lado izquierdo de una misma moneda, la del bipartidismo, que ha caído de canto. Por el otro lado está el PP, del cual ya comenté el ridículo que está haciendo en plena pre campaña electoral, haciéndose el “mártir” de sus propias políticas. Entre el PP y el PSOE no hay tanta diferencia de gestión, como hemos podido comprobar durante estos últimos 35 años de “turnismo” en el gobierno. Al PSOE también se le da eso de “hacer el ridículo” en pre campaña. Ejemplos muy gráficos son: la promesa de reformar, otra vez, del Art.135 de la C.E., después de que ellos mismos lo “retocaran” bajando la cabeza y traicionando al pueblo; cambiar la Ley de Protección hacia los Animales, sin atreverse a condenar y prohibir una de las “costumbres” más salvajes en el interior peninsular: El Toro de la Vega (a pesar de que su alcalde es socialista); aparecer con la bandera nacional tamaño XXL y decir que “se encuentran más cercano a Ciudadanos C’s, que a Podemos”, para calmar al IBEX35…
Para acabar, sólo comentar que, para mí, el PSOE es un azucarillo que se está deshaciendo por culpa de sus propias contradicciones. Por ejemplo considerarse un partido republicano, pero apoyar la corona (conociendo el pasado reciente que tiene); no permitir que la justicia argentina extradite a los que consideran imputados por actos de lesa humanidad en el franquismo, cuando ellos mismos aprobaron la Ley de Memoria Histórica; no expulsar inmediatamente a Chaves y a Griñán por estar imputados en delitos de corrupción en el “Caso ERE”, habiendo dicho el Secretario Gral. del partido, que los imputados serán expulsados “sean quienes sean”… y así un largo etcétera.
Yo Votaré al Cambio.
Faltas tú.
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