Si los perros ladran…

Miguel de Cervantes: “Deja que los perros ladren Sancho, es señal de que avanzamos.” Una frase que parece gozar cada día de más seguidores. Ahora, hacia dónde se avanza y quién realmente avanza ¿Cuántos se lo plantean?

Las redes sociales son el lugar más rápido para darse a conocer, difundir información, hechos, opiniones, saludos, difamaciones, oprobios… Un espacio idóneo para intentar denunciar abusos. En ellas se puede expresar disconformidad por los actos, difusión y métodos tanto de algunos personajes influyentes de las mismas redes, como de la vida política y medios de comunicación, que utilizan este espacio para sus fines particulares. También hay usuarios que espolean, animan, aplauden a quien decide humillar, amenazar, linchar a otras personas. ¿Cuántos silencian a su ‘Pepito Grillo’ antes de escuchar “Te puede pasar a ti”?

Afín al tema.

Hace muy poco me pasaron una frase del perfil de un usuario de Facebook, decía: “Os perdéis en el Ikea que os ponen la flecha en el suelo… ¡No os vais a perder en la vida!” Pensé que hay mucha gente que se limita a seguir al que tiene delante. A dónde se dirija, no es algo que se cuestionen. La propaganda mediática, los políticos, personas que tienen algún tipo de influencia, van en la dirección que a ellos interesa. ¿Qué es lo que les suele interesar? Es una de las preguntas más importantes que nos podemos y debemos plantear y, si realmente se va a seguir, analizar si sus procedimientos, modelos, métodos, son los adecuados para lograr sus objetivos.

Estamos viviendo momentos muy complejos en los que hay quien se dedica a enmarañar y entorpecer para que parezca que la solución no está en la comunicación, diálogo, comprensión, para poder llegar a acuerdos, sino la de la imposición. Es lógico no estar de acuerdo con las ideas de algunos políticos y personajes influyentes. Lejos de estar conforme con las formas de algunas personas, comprendo que en ocasiones se desee la “desaparición” de ciertos políticos y aquellos que tienen influencia y poder. Mientras se antepongan intereses particulares, avanzar en temas que nos afecta y atañe a todos parece tarea complicada.

 

¿Cómo se logra llamar la atención? ¿Cómo se puede convencer a muchas personas de unas ideas? ¿Cuál es la estrategia para que otros hagan el trabajo por nosotros? ¿De qué manera se obtienen los resultados deseados?

Algunos usuarios de las redes sociales se aprovechan de las ideologías, sentimientos, necesidades y deseos de los demás para poder pisar las ideas que otros tienen y las situaciones por las que pasan. Así, garantizan beneficios particulares, mantienen estatus, privilegios y ventajas. Ellos cuentan con que, con frecuencia, la primera reacción del público no será la de informarse, contrastar, ni la de analizar situaciones. Si ven peligrar su nivel de vida tergiversarán, manipularán, utilizarán frases y acciones en contra de los que supongan una amenaza, que son la mecha para que estalle el polvorín. Van moviendo los hilos para que se vaya en la dirección que les interesa, pues en ocasiones nos dejamos llevar por sentimientos ajenos y por la turba, sin saber si esa dirección nos va a beneficiar o perjudicar.

Escuchar ladridos no siempre es sinónimo de avanzar. Puede significar que se está dando vueltas para quedarse en el mismo punto de partida, en el mismo lugar. Si se decide ladrar, debemos pensar a quién se van a dirigir esos ladridos y por qué se ha resuelto el ladrar. Si se escuchan ladridos, debemos pensar por qué están ladrando, quiénes ladran y quién es el que realmente ha animado a que otros ladren.

Artículo de @Dalila_sin para Alcantarilla Social

Sobre dalila_sin 39 artículos
Toda acción tiene una reacción ♀

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion